sábado, 7 de septiembre de 2013

[SUPER JUNIOR + MBLAQ] Manos de pianista: capítulo 3

Por @Ari2PMAM

No sacar ni publicar en otros lugares sin permiso de la autora y los respectivos créditos.



Capítulo 3:

Mientras, en otra zona de Seúl, otra escena totalmente diferente tenía lugar.
            — ¿Qué haces ya aquí? ¿No habías quedado para comer con Jo Wook? — Leeteuk lo miró sorprendido al verlo aparecer tan pronto en casa.
            — Tenía mucho trabajo y no pudo ser — Heechul quería irse rápidamente a su dormitorio, aunque en realidad era el de ambos y evitar el interrogatorio.
            — Jo Wook no te habría llamado para quedar si tuviese mucho trabajo. — El tono de Leeteuk era sospechoso y se acercó a él reteniéndolo por un brazo. Heechul intentó soltarse pero Leeteuk lo tenía agarrado con fuerza. — ¿Qué te pasó en la cara? — A pesar de que había transcurrido tiempo desde el tortazo, su mejilla seguía de un rojo intenso.
            — Nada. — Su tono era de irritación y forcejeaba para soltarse pero Leeteuk tenía mucha más fuerza de la que parecía.
            — ¿Nada? — Su tono sarcástico dejaba en claro que nuevamente no lograría librarse del interrogatorio de su hyung. — Una de tus mejillas está tan roja como un tomate, mientras que la otra apenas tiene algo de color. ¿Se puede saber qué demonios pasó? — Su mirada era acerada y no había escapatoria, pero aún así intentó escaquearse.
            — Hyung, el resto tiene que estar al llegar y no tengo ganas de dar explicaciones a todo el mundo. — Quiso avanzar pero Leeteuk lo volvió a su sitio.
            — Sabes que todavía falta bastante, así que cuanto antes desembuches, antes acabaremos. Tú decides.
            — Tuve un encontronazo con una amiga española de Jo Wook en su despacho y acabé con la cara así. — Pensó que con eso se libraría pero Leeteuk lo miró estupefacto y lo arrastró hasta el sofá, donde lo empujó para que se sentara.
            — Será mejor que me cuentes todo lo que pasó, sin dejarte ni un detalle. — Aquel tono no admitía réplicas, así que echó la cabeza hacia atrás, cerró los ojos, suspiró con cansancio y le contó todo, sin dejarse nada. Cuando acabó, abrió los ojos y vio cómo Leeteuk se levantaba enfadado.
            — ¡¿Eres gilipollas?! — Leeteuk lo agarró por la pechera y lo levantó del sofá hasta dejarlo casi pegado a él. — ¿Se puede saber por qué lo hiciste? ¿Qué te hizo para que la tratases tan mal? Te presentan a una fan, una mujer completamente diferente a las que estás acostumbrado y tu reacción es tratarla como una cualquiera. — Lo empujó hacia el sofá y Heechul puso los ojos en blanco suspirando de cansancio.

— ¡Más te vale que vuelvas mañana a la universidad y te disculpes con ella como se merece, maldito idiota! — Su tono de voz era imperioso y no admitía réplica.
            — Vamos, hyung, no nos volveremos a ver ¿así que por qué le tengo que pedir disculpas? — Su tono era el de un niño caprichoso.
            — Vas a ir y me aseguraré de ello. Le pedirás disculpas de manera sincera y esperemos que te perdone. Dame tu teléfono.
            — ¿Para qué? — Tanto su mirada como su voz eran de sospecha porque sabía lo que iba a intentar.
            — Dámelo — Su paciencia estaba llegando al límite y en cualquier momento le iba a atizar. Heechul se dio cuenta de eso y se lo pasó de mala gana. Leeteuk buscó en los contactos hasta dar con Jo Wook. Heechul se resignó a lo que estaba haciendo su hyung y lo observó en silencio pero con mirada rebelde.
            Cuando acabó de hablar, ya tenía toda la información necesaria sobre la mujer, que se llamaba Inma.
            — Mañana a las doce iremos a la universidad a hablar con ella y te disculparás como corresponde. — Tanto su tono como su mirada no admitían réplicas.
            — ¿Iremos? — Enarcó las cejas y se quedó mirándolo sin dar crédito a lo que acababa de escuchar.
            — Si piensas que te dejaré ir sólo, estás muy equivocado. Puedes acabar causando un problema más grande del que ya causaste.
            — Vamos, hyung, que no soy un crío pequeño al que su padre deba de acompañar y enseñar cómo tiene que disculparse uno. Por si no te diste cuenta, soy un hombre. — Se había levantado y gesticulaba delante suyo, tratando de evitar que aquello sucediese.
            — ¿Un hombre? Permite que lo dude, porque tu comportamiento no cuadra con el de uno. Mañana iremos juntos y no hay más que hablar ¿entendido? — Lo miraba de manera fija y su tono de voz era serio, sin derecho a réplica. Heechul suspiró derrotado y se fue al dormitorio.
 

Al día siguiente, Inma estaba en su despacho, aprovechando el descanso de una hora que tenía entre clase y clase para revisar Twitter y contestar mensajes. Echaba de menos poder hablar con todas durante horas. La diferencia horaria evitaba ese contacto y además, tenía mucho trabajo.
            Estaba tan ensimismada que en un primer momento no se dio cuenta de que llamaban a la puerta. Se despidió de las demás y cerró Twitter.
            — Adelante — Esbozó una sonrisa para recibir a los visitantes, aunque enseguida se le borró en cuanto vio quiénes eran. Allí estaban Leeteuk, con su famosa sonrisa conquistadora y detrás de él, con el ceño fruncido, Heechul. Recuperó la compostura enseguida y volviendo a esbozar una sonrisa, les ofreció asiento.
            — Buenos días — Leeteuk hizo una reverencia— Soy Park Jung Soo, aunque todos me conocen como Leeteuk y soy el líder de Super Junior. Aunque bueno, eso ya lo sabes. — Volvió a sonreír y extendió la mano que ella estrechó sonriéndole y se presentó también, diciéndole que era fan de Super Junior.
            — Sí, lo sé. Jo Wook me puso al día de todo, — Le sonreía intentando transmitirle ánimo y como si no hubiese pasado nada el día anterior.
            — Por favor, sentaos. — Les sonrió intentando mantener la calma.
            — No por favor, tú primero. — Le sonrió de nuevo y le hizo el gesto para que ella se sentase primero. Accediendo a su petición, se sentó y a continuación se sentaron ellos.
            — Ayer me enteré del desagradable encuentro que tuvo lugar entre ambos. Así que me puse en contacto con Jo Wook para poder venir a disculparnos como corresponde. — Se había puesto serio y miraba de refilón a Heechul ordenándole que se disculpase.
            — Lo de desagradable se queda corto — Su tono de voz era ácido y la mirada afilada que le dirigió a Heechul hizo que este la mirase como si no hubiese hecho nada malo, lo que la enfadó más. Leetuk, vio que aquello se podía poner mucho peor y carraspeó, logrando atraer la atención hacia él.
            — Sí, lo siento, tienes toda la razón. Su comportamiento fue inexcusable y esperamos que aceptes nuestras disculpas. — Se puso de pie e hizo que Heechul hiciese lo mismo. Se levantó a regañadientes e inclinando la cabeza ambos, empezó a disculparse.
            — Siento mucho haberme comportado como lo hice y reconozco que es imperdonable la manera en que te traté. — Se quedó en silencio con la cabeza inclinada, esperando a que ella le perdonase y justo en ese momento empezó a sonar el móvil de Inma. Como estaba cerca de donde estaba Heechul, lo cogió para pasárselo, pero se fijó en el identificador y al ver el nombre y la foto que aparecía, la miró con odio, tiró el teléfono y salió maldiciendo por lo bajo, mientras Inma y Leetuk lo miraban azorados. Leeteuk lo cogió y vio lo mismo pero reparó en ciertos detalles que Heechul no había visto y con una sonrisa de disculpa y ánimo se lo pasó. Al ver quién llamaba se dio cuenta de todo. Vale, volvían a estar como al principio.
            — Lo siento, de verdad, ese idiota lo volvió a malentender todo. Lo traeré de vuelta para que se disculpe en condiciones. — Leeteuk estaba por dentro que echaba chispas pero no lo dejó traslucir.
            — No hace falta que lo traigas de vuelta, no parecía demasiado sincero en sus disculpas de todas maneras. Lo mejor será que vayas tras él y trates de calmarlo. — La voz de Inma sonaba cansada y eso no se le escapó, lo mismo que su mirada de decepción y tristeza, así que fue tras su amigo y ella se quedó en su despacho con el teléfono aún sonando. Fue hasta la puerta, la cerró, se sentó en la silla y se reclinó hacia atrás cogiendo la llamada.
            — Dime Chul Yong — No quería transmitir nada con su voz pero al otro lado de la línea se hizo el silencio durante un momento.
            — ¿Qué pasó? — La voz de Mir denotaba que sospechaba que algo había pasado.
            — Nada, tranquilo, no pasa nada, sólo que tuve mucho trabajo y dormí mal, eso es todo. — Mejor una mentira que empezar a mezclar todas las cosas
            — Pues procura descansar bien y cuidarte ¿entendido?
            — ¿Te vas a poner en plan paternalista conmigo? — Le hacía gracia que alguien que apenas tenía descanso le dijese eso.
            — No, sólo que sé lo que es estar así y no es nada agradable — Su voz era muy seria y eso hizo que ella dejase de sonreír y que su corazón diese un vuelco.
            — Tranquilo, soy mayorcita y sé cuidarme. Dime ¿qué querías contarme? — Quiso cambiar de tema enseguida porque no quería que aquello se pusiese demasiado personal tan rápido.
            — Era para preguntarte si esta tarde a las seis y media te vendría bien dar la primera clase. — Ahora su voz sonaba alegre y algo ansiosa.
            — Sí, claro, sin problemas. Salgo de clase a las dos, así que allí te esperaré. — Se despidieron y colgaron. Ella suspiró y se quedó mirando por la ventana pensando que ahora mismo, Heechul estaría creyendo que era el mismo tipo de mujer que había dicho.



            Heechul caminaba deprisa alejándose de allí, mientras pensaba que tenía razón, que al final, todas las mujeres eran iguales.
            — ¡Espera, no te vayas así! — Leeteuk fue corriendo detrás de él hasta que le dio alcance y lo agarró por un hombro girándolo hacia él — ¿Se puede saber qué mosca te picó? ¿Por qué saliste de esa manera de su despacho y le tiraste el teléfono? — Leeteuk estaba enfadado y lo miraba con el ceño fruncido.
            — ¿Es que no viste quién la estaba llamando? — Su sonrisa y tono de voz sarcástico lo puso sobre aviso, retirando lentamente la mano de su hombro y quedándose en silencio esperando que echase fuera todo lo que llevaba dentro. — Pues nada más y nada menos que Bang Chul Yong, o lo que es lo mismo, Mir de MBLAQ. Cuando empezó a sonar, en la pantalla apareció una foto de ellos dos juntos, en un parque y a él se le veía muy contento con ella. — Se puso en camino hacia la furgoneta que los esperaba a pocos metros, dejando a Leeteuk allí durante un breve momento, debatiéndose entre decirle lo que había visto en la foto o callar y esperar a que se calmase para que se diese cuenta de que había metido la pata hasta el fondo. Al final decidió seguirlo y guardar silencio. Una vez dentro de la furgoneta y ya en camino hacia su apartamento, el líder volvió a la carga, desde otra perspectiva sin querer revelar nada de lo que sabía.
            — Tiene que haber una explicación lógica para esa foto, no puede ser lo que supones. A lo mejor se conocen desde hace tiempo y son amigos. No creo que ella sea la clase de mujer que desea estar con famosos para poder hacerse famosa también. — Se vio interrumpido por un gruñido de Heechul que indicaba que no quería seguir con aquél tema, pero Leeteuk podía ser muy terco. — Piensa con calma, es profesora de una gran universidad, con cientos de alumnos y respetada por sus colegas ¿crees que se jugaría todo eso por cinco minutos de fama? Además, ella es mayor que él, más madura y seria. Te lo… — No pudo seguir porque lo interrumpió levantando la mano y mirándolo enfurecido.
            — Por si lo olvidas, me permito recordarte que las mujeres son criaturas arteras y que detrás de una fachada de respetabilidad y calma pueden esconder un ser verdaderamente monstruoso— Y sin esperar respuesta, apoyó el codo en el quicio de la ventanilla y la barbilla sobre la mano, mirando un cielo que cada vez se iba poniendo más negro, como su humor.
            — Lo que creo, es que tu visión de las mujeres está deformada por culpa de todas esas aventuras de una noche que has tenido hasta ahora, lo que te incapacita para ver algo tan sencillo, como que entre un hombre y una mujer puede existir una amistad sin falta de haya nada más por medio. — Se había enfadado. Estaba harto de que su donseng no quisiese salir de esa piscina de hiel en el que estaba metido.  Así que se quedaron en silencio durante el resto del viaje y pasó de contarle nada, guardaría silencio y ya jugaría esa carta más adelante. Cuando llegaron al piso, Leeteuk se fue al salón a ver algo, mientras que Heechul se dirigió al dormitorio, se puso un chándal, se tiró en la cama deseando poder relajarse después de todo lo ocurrido, y antes de que se diese cuenta, se había quedado dormido.

2 comentarios:

  1. ¿por qué? tan corto, me quedo muy chiquito, porfa escriban un poco más por capítulo que me tienen comiendo ansias.

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  2. ¡¡Heenim tonto!!
    Y lo peor es que a pesar de todo le adoro...

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