Por @Ari2PMAM
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Capítulo 3:
Mientras, en otra zona de Seúl, otra escena totalmente
diferente tenía lugar.
— ¿Qué
haces ya aquí? ¿No habías quedado para comer con Jo Wook? — Leeteuk lo miró
sorprendido al verlo aparecer tan pronto en casa.
— Tenía
mucho trabajo y no pudo ser — Heechul quería irse rápidamente a su dormitorio,
aunque en realidad era el de ambos y evitar el interrogatorio.
— Jo Wook
no te habría llamado para quedar si tuviese mucho trabajo. — El tono de Leeteuk
era sospechoso y se acercó a él reteniéndolo por un brazo. Heechul intentó
soltarse pero Leeteuk lo tenía agarrado con fuerza. — ¿Qué te pasó en la cara? —
A pesar de que había transcurrido tiempo desde el tortazo, su mejilla seguía de
un rojo intenso.
— Nada. —
Su tono era de irritación y forcejeaba para soltarse pero Leeteuk tenía mucha
más fuerza de la que parecía.
— ¿Nada? —
Su tono sarcástico dejaba en claro que nuevamente no lograría librarse del
interrogatorio de su hyung. — Una de tus mejillas está tan roja como un tomate,
mientras que la otra apenas tiene algo de color. ¿Se puede saber qué demonios
pasó? — Su mirada era acerada y no había escapatoria, pero aún así intentó
escaquearse.
— Hyung, el
resto tiene que estar al llegar y no tengo ganas de dar explicaciones a todo el
mundo. — Quiso avanzar pero Leeteuk lo volvió a su sitio.
— Sabes que
todavía falta bastante, así que cuanto antes desembuches, antes acabaremos. Tú
decides.
— Tuve un
encontronazo con una amiga española de Jo Wook en su despacho y acabé con la
cara así. — Pensó que con eso se libraría pero Leeteuk lo miró estupefacto y lo
arrastró hasta el sofá, donde lo empujó para que se sentara.
— Será
mejor que me cuentes todo lo que pasó, sin dejarte ni un detalle. — Aquel tono
no admitía réplicas, así que echó la cabeza hacia atrás, cerró los ojos,
suspiró con cansancio y le contó todo, sin dejarse nada. Cuando acabó, abrió
los ojos y vio cómo Leeteuk se levantaba enfadado.
— ¡¿Eres
gilipollas?! — Leeteuk lo agarró por la pechera y lo levantó del sofá hasta
dejarlo casi pegado a él. — ¿Se puede saber por qué lo hiciste? ¿Qué te hizo
para que la tratases tan mal? Te presentan a una fan, una mujer completamente
diferente a las que estás acostumbrado y tu reacción es tratarla como una
cualquiera. — Lo empujó hacia el sofá y Heechul puso los ojos en blanco
suspirando de cansancio.
— ¡Más te vale que vuelvas mañana a la universidad y te
disculpes con ella como se merece, maldito idiota! — Su tono de voz era
imperioso y no admitía réplica.
— Vamos,
hyung, no nos volveremos a ver ¿así que por qué le tengo que pedir disculpas? —
Su tono era el de un niño caprichoso.
— Vas a ir
y me aseguraré de ello. Le pedirás disculpas de manera sincera y esperemos que
te perdone. Dame tu teléfono.
— ¿Para
qué? — Tanto su mirada como su voz eran de sospecha porque sabía lo que iba a
intentar.
— Dámelo —
Su paciencia estaba llegando al límite y en cualquier momento le iba a atizar.
Heechul se dio cuenta de eso y se lo pasó de mala gana. Leeteuk buscó en los
contactos hasta dar con Jo Wook. Heechul se resignó a lo que estaba haciendo su
hyung y lo observó en silencio pero con mirada rebelde.
Cuando
acabó de hablar, ya tenía toda la información necesaria sobre la mujer, que se
llamaba Inma.
— Mañana a
las doce iremos a la universidad a hablar con ella y te disculparás como
corresponde. — Tanto su tono como su mirada no admitían réplicas.
— ¿Iremos?
— Enarcó las cejas y se quedó mirándolo sin dar crédito a lo que acababa de
escuchar.
— Si
piensas que te dejaré ir sólo, estás muy equivocado. Puedes acabar causando un
problema más grande del que ya causaste.
— Vamos,
hyung, que no soy un crío pequeño al que su padre deba de acompañar y enseñar
cómo tiene que disculparse uno. Por si no te diste cuenta, soy un hombre. — Se
había levantado y gesticulaba delante suyo, tratando de evitar que aquello
sucediese.
— ¿Un
hombre? Permite que lo dude, porque tu comportamiento no cuadra con el de uno.
Mañana iremos juntos y no hay más que hablar ¿entendido? — Lo miraba de manera
fija y su tono de voz era serio, sin derecho a réplica. Heechul suspiró
derrotado y se fue al dormitorio.
Al día siguiente, Inma estaba en su despacho, aprovechando
el descanso de una hora que tenía entre clase y clase para revisar Twitter y
contestar mensajes. Echaba de menos poder hablar con todas durante horas. La
diferencia horaria evitaba ese contacto y además, tenía mucho trabajo.
Estaba tan
ensimismada que en un primer momento no se dio cuenta de que llamaban a la
puerta. Se despidió de las demás y cerró Twitter.
— Adelante
— Esbozó una sonrisa para recibir a los visitantes, aunque enseguida se le
borró en cuanto vio quiénes eran. Allí estaban Leeteuk, con su famosa sonrisa
conquistadora y detrás de él, con el ceño fruncido, Heechul. Recuperó la
compostura enseguida y volviendo a esbozar una sonrisa, les ofreció asiento.
— Buenos
días — Leeteuk hizo una reverencia— Soy Park Jung Soo, aunque todos me conocen
como Leeteuk y soy el líder de Super Junior. Aunque bueno, eso ya lo sabes. —
Volvió a sonreír y extendió la mano que ella estrechó sonriéndole y se presentó
también, diciéndole que era fan de Super Junior.
— Sí, lo
sé. Jo Wook me puso al día de todo, — Le sonreía intentando transmitirle ánimo
y como si no hubiese pasado nada el día anterior.
— Por
favor, sentaos. — Les sonrió intentando mantener la calma.
— No por
favor, tú primero. — Le sonrió de nuevo y le hizo el gesto para que ella se
sentase primero. Accediendo a su petición, se sentó y a continuación se
sentaron ellos.
— Ayer me
enteré del desagradable encuentro que tuvo lugar entre ambos. Así que me puse
en contacto con Jo Wook para poder venir a disculparnos como corresponde. — Se
había puesto serio y miraba de refilón a Heechul ordenándole que se disculpase.
— Lo de
desagradable se queda corto — Su tono de voz era ácido y la mirada afilada que
le dirigió a Heechul hizo que este la mirase como si no hubiese hecho nada
malo, lo que la enfadó más. Leetuk, vio que aquello se podía poner mucho peor y
carraspeó, logrando atraer la atención hacia él.
— Sí, lo
siento, tienes toda la razón. Su comportamiento fue inexcusable y esperamos que
aceptes nuestras disculpas. — Se puso de pie e hizo que Heechul hiciese lo
mismo. Se levantó a regañadientes e inclinando la cabeza ambos, empezó a
disculparse.
— Siento
mucho haberme comportado como lo hice y reconozco que es imperdonable la manera
en que te traté. — Se quedó en silencio con la cabeza inclinada, esperando a
que ella le perdonase y justo en ese momento empezó a sonar el móvil de Inma.
Como estaba cerca de donde estaba Heechul, lo cogió para pasárselo, pero se
fijó en el identificador y al ver el nombre y la foto que aparecía, la miró con
odio, tiró el teléfono y salió maldiciendo por lo bajo, mientras Inma y Leetuk
lo miraban azorados. Leeteuk lo cogió y vio lo mismo pero reparó en ciertos
detalles que Heechul no había visto y con una sonrisa de disculpa y ánimo se lo
pasó. Al ver quién llamaba se dio cuenta de todo. Vale, volvían a estar como al
principio.
— Lo
siento, de verdad, ese idiota lo volvió a malentender todo. Lo traeré de vuelta
para que se disculpe en condiciones. — Leeteuk estaba por dentro que echaba
chispas pero no lo dejó traslucir.
— No hace
falta que lo traigas de vuelta, no parecía demasiado sincero en sus disculpas
de todas maneras. Lo mejor será que vayas tras él y trates de calmarlo. — La
voz de Inma sonaba cansada y eso no se le escapó, lo mismo que su mirada de
decepción y tristeza, así que fue tras su amigo y ella se quedó en su despacho
con el teléfono aún sonando. Fue hasta la puerta, la cerró, se sentó en la
silla y se reclinó hacia atrás cogiendo la llamada.
— Dime Chul
Yong — No quería transmitir nada con su voz pero al otro lado de la línea se
hizo el silencio durante un momento.
— ¿Qué
pasó? — La voz de Mir denotaba que sospechaba que algo había pasado.
— Nada,
tranquilo, no pasa nada, sólo que tuve mucho trabajo y dormí mal, eso es todo.
— Mejor una mentira que empezar a mezclar todas las cosas
— Pues procura
descansar bien y cuidarte ¿entendido?
— ¿Te vas a
poner en plan paternalista conmigo? — Le hacía gracia que alguien que apenas
tenía descanso le dijese eso.
— No, sólo
que sé lo que es estar así y no es nada agradable — Su voz era muy seria y eso
hizo que ella dejase de sonreír y que su corazón diese un vuelco.
— Tranquilo,
soy mayorcita y sé cuidarme. Dime ¿qué querías contarme? — Quiso cambiar de
tema enseguida porque no quería que aquello se pusiese demasiado personal tan
rápido.
— Era para
preguntarte si esta tarde a las seis y media te vendría bien dar la primera
clase. — Ahora su voz sonaba alegre y algo ansiosa.
— Sí,
claro, sin problemas. Salgo de clase a las dos, así que allí te esperaré. — Se
despidieron y colgaron. Ella suspiró y se quedó mirando por la ventana pensando
que ahora mismo, Heechul estaría creyendo que era el mismo tipo de mujer que
había dicho.
Heechul
caminaba deprisa alejándose de allí, mientras pensaba que tenía razón, que al
final, todas las mujeres eran iguales.
— ¡Espera,
no te vayas así! — Leeteuk fue corriendo detrás de él hasta que le dio alcance
y lo agarró por un hombro girándolo hacia él — ¿Se puede saber qué mosca te
picó? ¿Por qué saliste de esa manera de su despacho y le tiraste el teléfono? —
Leeteuk estaba enfadado y lo miraba con el ceño fruncido.
— ¿Es que
no viste quién la estaba llamando? — Su sonrisa y tono de voz sarcástico lo
puso sobre aviso, retirando lentamente la mano de su hombro y quedándose en
silencio esperando que echase fuera todo lo que llevaba dentro. — Pues nada más
y nada menos que Bang Chul Yong, o lo que es lo mismo, Mir de MBLAQ. Cuando
empezó a sonar, en la pantalla apareció una foto de ellos dos juntos, en un
parque y a él se le veía muy contento con ella. — Se puso en camino hacia la
furgoneta que los esperaba a pocos metros, dejando a Leeteuk allí durante un
breve momento, debatiéndose entre decirle lo que había visto en la foto o
callar y esperar a que se calmase para que se diese cuenta de que había metido
la pata hasta el fondo. Al final decidió seguirlo y guardar silencio. Una vez
dentro de la furgoneta y ya en camino hacia su apartamento, el líder volvió a
la carga, desde otra perspectiva sin querer revelar nada de lo que sabía.
— Tiene que
haber una explicación lógica para esa foto, no puede ser lo que supones. A lo
mejor se conocen desde hace tiempo y son amigos. No creo que ella sea la clase
de mujer que desea estar con famosos para poder hacerse famosa también. — Se
vio interrumpido por un gruñido de Heechul que indicaba que no quería seguir
con aquél tema, pero Leeteuk podía ser muy terco. — Piensa con calma, es
profesora de una gran universidad, con cientos de alumnos y respetada por sus
colegas ¿crees que se jugaría todo eso por cinco minutos de fama? Además, ella
es mayor que él, más madura y seria. Te lo… — No pudo seguir porque lo
interrumpió levantando la mano y mirándolo enfurecido.
— Por si lo
olvidas, me permito recordarte que las mujeres son criaturas arteras y que
detrás de una fachada de respetabilidad y calma pueden esconder un ser
verdaderamente monstruoso— Y sin esperar respuesta, apoyó el codo en el quicio
de la ventanilla y la barbilla sobre la mano, mirando un cielo que cada vez se
iba poniendo más negro, como su humor.
— Lo que
creo, es que tu visión de las mujeres está deformada por culpa de todas esas
aventuras de una noche que has tenido hasta ahora, lo que te incapacita para
ver algo tan sencillo, como que entre un hombre y una mujer puede existir una
amistad sin falta de haya nada más por medio. — Se había enfadado. Estaba harto
de que su donseng no quisiese salir de esa piscina de hiel en el que estaba
metido. Así que se quedaron en silencio
durante el resto del viaje y pasó de contarle nada, guardaría silencio y ya
jugaría esa carta más adelante. Cuando llegaron al piso, Leeteuk se fue al
salón a ver algo, mientras que Heechul se dirigió al dormitorio, se puso un
chándal, se tiró en la cama deseando poder relajarse después de todo lo
ocurrido, y antes de que se diese cuenta, se había quedado dormido.
¿por qué? tan corto, me quedo muy chiquito, porfa escriban un poco más por capítulo que me tienen comiendo ansias.
ResponderEliminar¡¡Heenim tonto!!
ResponderEliminarY lo peor es que a pesar de todo le adoro...