jueves, 19 de septiembre de 2013

[TEEN TOP] TO YOU CAPÍTULO 12

Por @Jeannelok y @Ari2PMAM

No sacar ni publicar en otro lugar sin permiso de las autoras y los respectivos créditos.

Capítulo 12:


Niel se reunió con Rokhyun y Minwoo varios días después, tras haberle contado el plan que habían preparado. Si todo iba bien, en la fiesta no sólo celebrarían su aniversario, sino el deshacerse de las sassaengs que ni la policía había podido localizar.

Era peligroso, pero no les quedaba otra.

— ¿Estás preparado?—le preguntó el líder de 100% nada más verlo llegar. Él asintió con la cabeza, inseguro, y le hizo en silencio la misma pregunta al tercer chico.

—No me queda otra que estarlo.—respondió el muchacho. Al fin llegó la estilista que estaban esperando y Rokhyun se fue con ella tras despedirse de sus compañeros. Éstos se acercaron a la entrada de la compañía, asegurándose de que la gente de fuera pudiera verlos desde la posición donde se encontraban. Dado que era tarde, a esas horas sólo quedarían esperando ocultas el tipo de fans que ellos estaban buscando.

—He dejado correr el rumor—le explicó Minwoo—, así que no me extrañaría que estuvieran por aquí. De todos modos, si no aparece nadie, siempre podemos repetir la operación un par de veces.—Niel asintió. Se quedaron charlando allí unos minutos más hasta que el mayor se despidió para ir a su posición. Estaría observando a escondidas lo que sucediera.

Al poco rato de quedarse a solas, apareció Rokhyun. Niel se sorprendió tanto por el cambio que la estilista había obrado en él, que se apoyó en el cristal. El chico, que difícil era saber que lo era, llevaba una peluca larga y ondulada. La falda larga, aunque fresca, delataba lo único que quizá podía delatarlo: sus piernas. Arriba, una chaqueta de verano y una camiseta. Llevaba pechos postizos. Igual que las pestañas. Habiendo prescindido de los tacones, el joven podía caminar a la perfección moviendo las caderas como toda una mujer.

—Podría enamorarme de ti de verdad.—bromeó Niel, intentando contener la risa y acercándose a él, como si estuviera siendo cariñoso.

—Te mataría si lo hicieras. Sólo estoy haciendo esto por Chin Hae, recuérdalo.—Niel acusó el golpe. Rokhyun parecía estar todavía molesto con él por la conversación que tuvieron los tres y él no sabía cómo actuar.

—Lo sé—se puso serio—. No te quepa duda de ello.

Tuvieron que quedarse allí un rato más. Desde luego, Rokhyun no estaba disfrutando con la situación. Niel esperó que las sassaeng que estaban buscando se encontrasen allí cerca viendo la situación y creyéndosela. Minwoo se había encargado de hacer correr el rumor entre las fans de que Niel tenía novia. Era moverse en terreno peligroso, pero si no había pruebas, la gente lo olvidaría a los días, y si tenían suerte, aquello les serviría para atrapar a las niñas que estaban provocando tantos desbarajustes en su vida, sobre todo en la de Chin Hae.

Cuando creyeron que habían estado el tiempo oportuno haciéndose mimos y charlando, Niel se acercó a la mejilla de Rokhyun esperando que desde el exterior, pareciera un beso en la boca. Minwoo vigilaría que no hubiera ningún periodista cerca que pudiera captar el momento y difundirlo.

Se separó un poco de él, aunque aún tardó medio minuto en alejarse del todo. Debían parecer una pareja despidiéndose de verdad, a desgana. Las sasaaengs tenían que creerse aquel teatro.

Se despidieron, y Niel hizo ver que regresaba al interior mientras Rokhyun salía al calor de la calle. Le había visto sudar, pero era normal con la falda larga y la chaqueta, por mucho que fueran prendas ligeras. Sin embargo, no les quedaba otra si querían disimular sus brazos desarrollados y sus fuertes piernas. Al menos le quedaba que a aquellas horas, en la calle, ya comenzaba a refrescar.

Desde donde estaba, no podía ver muy bien lo que sucedía, pero no podía moverse o el plan podría estropearse. Por eso, no le quedaba más que esperar a que los chicos le llamasen.





Rokhyun esperaba que toda aquella parafernalia hubiera servido para algo, porque estaba viviendo una de las situaciones más vergonzosas de toda su vida. Se obligaba a recordar que estaba haciéndolo por Chin Hae, pero incluso así era difícil mantener la compostura y seguir comportándose como la chica que, supuestamente, era.

A medida que se alejaba del edificio, temió que todo aquello no hubiera servido para nada. No fue hasta que notó unas sombras siguiéndole que recuperó algo de fuerza y esperanza. Al dar la vuelta como si girase, le adelantaron y le cortaron el paso. Eran tres muchachas, todas con el uniforme escolar. Qué lástima que perdieran su juventud de ese modo... ¿Dónde narices estaban sus padres?

—¿Quién eres tú y qué haces con Niel oppa?—no respondió. Aún tenía que comprobar si eran las chicas que buscaban. Se encogió sobre sí mismo, intentando ocultar cuanto más pudiera el rostro.

—¿Estás sorda o qué te pasa?—iban turnándose para hablar. Sólo la del centro se mantenía en silencio. Debía ser la cabecilla.

—Mírala la mosquita muerta, que cree que puede acercarse a nuestro Niel oppa como si nada...

—¿De verdad no piensas hablar?—una de ellas le agarró un mechón de cabello y por instinto se apartó, por si le daba por estirarle del pelo y le arrancaba la peluca— Ah... que no le gusta que la toquen...—la empujó y él hizo ver que se tambaleaba— Maldita debilucha...

—¿Te pensabas que podías escapar impune de besar a Niel oppa, zorr*?

—¿Acaso no sabes lo que le pasó a esa mujer que se hizo cercana a él?—aquello era lo que estaba esperando escuchar. Era obvio que no tardarían en presumir de lo que le habían hecho a Chin Hae para demostrar cuán superiores se creían que eran— La muy cobarde ha desaparecido del mapa, pero nosotras también somos buenas escabulléndonos... y encontrando. Así que si pensabas desaparecer tal y como ella ha hecho, para seguir acercándote a Niel oppa, ya puedes ir olvidándote de ese plan. Te vamos a machacar.

—Sujetadla y levantadle la cara.—fue lo único que dijo la cabecilla. De repente, Rokhyun se vio forcejeando con las dos chicas y aunque podría haberse soltado con facilidad de ellas, seguía temiendo cargarse el plan si le descubrían, y no volver a tener una oportunidad como ésa de acabar con el padecimiento de Chin Hae. La vio sacar las llaves, dispuesta a herirle lo máximo posible.

Rokhyun se soltó de la mano que intentaba sujetarle la barbilla y cerró los ojos preparado para recibir un golpe que nunca llegó.

—Ya está bien, ¿no, chicas?—Minwoo le sujetaba la mano a la cabecilla, y parecía muy enfadado— Ya puedes dejar de fingir—le dijo. Rokhyun usó entonces su fuerza para soltarse de ambas chicas. Las cogió por las muñecas, mientras  preguntaban qué narices estaba pasando e intentaban zafarse—.Ya he avisado a la policía y está en camino. Le he dicho a Niel que se quede donde estaba, porque sólo sufriría viéndoos, por mucho que quiera grabar vuestros rostros en su memoria para no mostraros un ápice de cariño jamás.

Hubo quejas, gritos y lágrimas, pero cuando llegó la policía y las hizo subir al coche, tuvieron que callar. No podrían retenerlas mucho tiempo ya que se trataba de menores, sin embargo las alejarían de ellos o las tendrían mejor controladas que cuando no sabían de quién se trataba.

Rokhyun se sacó la peluca, sin importarle que la imagen que ofrecía caminando al fin como un chico y con el cabello bajo una red llena de pinzas era, sin duda, grotesca. Regresaron junto a Niel que pidió explicaciones de todo lo que había sucedido, y cuando se las dieron las piernas no le sujetaron y cayó al suelo, aliviado.

—Haced el favor de... de avisar a Andy hyung y Chin Hae noona y explicarles todo, porque yo no soy capaz...—musitó. Rokhyun se agachó a su lado y le acarició la espalda con suavidad. De repente, parecía haber olvidado que estaba molesto con él, porque sonreía como era habitual en él.

—Lo has pasado muy mal por todo esto, Niel. Ahora ya puedes descansar.—le dijo, y sin poder aguantarse más, Niel lo abrazó, agradecido.




Mientras esto sucedía, Minwoo se apartó para llamar a Andy, que a punto estuvo de dejarlo sordo cuando se enteró de lo que habían hecho. Le dijo que no se moviesen porque iba para allí de inmediato.

Como no tenía el número de teléfono de Chin Hae, decidió llamar a CAP.

— Hyung, ¿y ese milagro?

— Mejor deja la diversión para otro momento, anda.

— ¿Ha pasado algo malo? — CAP se había puesto serio y alerta ante lo que le dijo Minwoo.

— Será mejor que Chin Hae y tú vengáis a la empresa. El problema ya se ha resuelto.

— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!

— Ya os enteraréis de todo cuando nos veamos, pero apuraos, porque Andy hyung no creo que tarde mucho en llegar. — Y sin darle tiempo a contestar, colgó.

Media hora más tarde estaban todos reunidos en el despacho de Andy, que se mostraba muy serio.

— Volved a contarme qué fue lo que hicisteis, porque aún no me lo creo. Así de paso, tanto Chin Hae como CAP se enterarán.

Estaban sentados en los sofás del despacho, y los tres implicados vieron cómo los otros dos los miraban interrogantes. Así que Minwoo, al ser el mayor de los tres decidió dar las explicaciones pertinentes.

— Veréis, como la policía no conseguía dar con tu atacante, — dijo mientras miraba a Chin Hae — decidimos entrar en acción. Creímos que lo mejor era montar una farsa para que apareciesen y así poder atraparlas. — CAP se quedó estupefacto y no era capaz a articular palabra, sólo mirarlos como si se hubiesen vuelto locos, mientras que Chin Hae fue a protestar, pero Minwoo la cortó antes de que dijese nada levantando una mano para pedirle que esperase. Andy por su parte sólo supo echar la cabeza hacia atrás y cerrar los ojos sabiendo lo que venía. — Decidimos que lo más rápido era hacer ver que Niel tenía novia, así que Rokhyun se disfrazó de chica y montamos la escena de los novios tonteando y despidiéndose en la entrada de la compañía, para que esas locas pudiesen verlo con claridad. Yo, mientras tanto, me oculté en el exterior para grabar toda la escena con el móvil y así tener pruebas y saber quiénes eran. Tuvimos suerte de que cuando intentaban atacar a Rokhyun la cabecilla confesase que fue ella la que atacó a Chin Hae. Tras eso, salí y todo quedó al descubierto, llamé al policía y se las llevaron detenidas.

— Chicos, en serio, con esta locura que habéis montado he perdido diez años de vida. ¿Es que acaso no sabéis lo peligroso que era? — Andy estaba hecho polvo por el riesgo que habían corrido.

— Pero hyung, no podíamos dejar que esto se eternizase y la policía no había logrado nada. — Rokhyun estaba desesperado.

— Lo sé Rokhyun, lo sé, pero el riesgo que habéis corrido es demasiado grande. ¿Y si llega a haber más sassaeng? ¿Y si algo hubiese salido mal?

— Hyung, si empezamos a jugar a los posibilismos no haríamos nada. — Esta vez, fue Minwoo el que pareció el mayor de todos.

— Chicos, os agradezco muchísimo lo que habéis hecho por mí, pero os habéis arriesgado demasiado.

— Noona, no me arrepiento de lo que hice, y si se volviera a dar el caso, lo repetiría las veces que fuese. Eres muy importante para mí y mientras pueda, haré lo que sea para ayudarte siempre que lo necesites. — La determinación de Rokhyun hizo que se instalase un silencio sepulcral. La muda comunicación entre ambos no pasó desapercibida para ninguno, quedando claro que la relación que tenían tenía una profundidad que nadie sabía hasta donde llegaba. Lo malo fue que Niel empezó a sufrir un serio ataque de celos ante eso.

— Minwoo… — Andy fue el primero en romper aquella situación y atrajo la atención de todos. — ¿Lograste grabarlas con claridad?

— Sí, y también les hice fotos mientras las metían en los coches patrulla.

— Bien hecho, enséñamelas.

— Yo también quiero verlas. — Era la primera vez que Niel decía algo y todos lo miraron con atención.

— Ni hablar Niel, no pienso tolerar que las veas. — Andy se mostró tajante ante esa petición.

— ¡Pero hyung, ellas fueron las que convirtieron la vida de noona en un infierno por mi culpa!

— Niel. — La voz suave de Chin Hae logró el efecto calmante que se necesitaba.

— Noona…

— Niel, hazle caso. Lo mejor es que no veas sus caras, porque sino te vas a entristecer y enfurecer mucho más. Y métete en esa cabeza dura, que NO FUE CULPA TUYA. Están locas, no tienen vida propia y en casa pasan de educarlas y controlarlas como se debe. Así que olvídate ya de ellas y sigamos adelante, ¿vale? — La dulzura de Chin Hae lo puso en un brete y empezó a removerse nervioso. Todos sabían que la única persona capaz de controlar a Niel en aquella situación era ella.

— Noona… — Chin Hae le suplicó con la mirada que lo dejase pasar. — Maldita sea. Está bien, no las veré, pero quiero que CAP hyung sí lo haga para que él pueda estar al tanto por si vuelve a pasar algo.

— Me parece perfecto. — El aludido respondió sin dudar.

— Está bien. Minwoo, pásame el teléfono. Tú, Rokhyun y CAP, venid a la mesa conmigo. — Se dirigieron a la mesa para ver las fotos en el ordenador. El vídeo lo vería más tarde Andy a solas para evitarles el mal trago a Niel y Chin Hae. Cuando pudieron verlas, Minwoo les señaló a la cabecilla y Andy llamó a los abogados de la empresa para que se pusiesen manos a la obra de inmediato, le daba igual la hora.

— Bueno, hora de irse todos a casa y descansar por fin con tranquilidad. La pesadilla ha terminado, previa imprudencia de tres de los aquí presentes. — Levantó la mano para que se callasen al ver que iban a volver a protestar. — Pero bueno, como se suele decir: “Bien está lo que bien acaba”.  Mañana informaré al resto de los directivos y a mis compañeros de grupo. Crearemos una lista negra y haremos que todo el peso de la ley caiga sobre este tipo de seres. Park Chin Hae. — Ella centró su atención en él. — Ya es tarde para hacer la mudanza, pero mañana podrá volver a su vida habitual, ¿está feliz?

— Mucho, la verdad es que es un gran alivio. Aunque como estos locos vuelvan a armar algo así los correré a punta pies de una punta de Seúl a otra, ¿está claro? — Eso hizo que los otros fuesen a protestar, pero no pudieron porque CAP empezó a reírse, atrayendo la atención de todos.

— Lo siento, de verdad que lo siento. Sé que es un momento serio, pero es que noona, me has recordado tanto a Sung Jun noona con eso que has dicho que no he podido evitar imaginarte dándoles puntapiés. — Eso hizo que CAP volviese a prorrumpir en carcajadas, mientras que Andy y Chin Hae no podían evitar sonreír intentando disimular sus risas y los otros tres mostraban hastío.

Cinco minutos después, se despedían en la entrada y CAP, Chin Hae y Niel regresaban a casa en un taxi.

Durante todo el trayecto, se mantuvo el silencio, aunque Niel no soltó una de las manos de Chin Hae, desde se montaron en el taxi hasta que entraron en la casa donde los demás esperaban impacientes.

— ¿Qué hacéis despiertos? — Chin Hae fue la primera en hablar al verlos en el salón.

— Os fuisteis sin decir nada, lo que nos dejó preocupados, y para colmo de males Niel estaba desaparecido. Con ese panorama, ya me dirás cómo podíamos acostarnos. — La suave recriminación de Chunji los hizo sonreír avergonzados.

— Han atrapado a las sassaeng y están comisaría. — La concisión de CAP hizo que todos estallasen de alegría.

— ¿Y cómo lograron atraparlas? — Ricky fue el primero en hacer la pregunta que los demás tenían en mente.

Cuando CAP les contó lo que habían hecho, a Niel le volvió a tocar escuchar más y más sermones que lo pusieron de mal humor.

— Vale, vale, ya está bien. Lo hecho, hecho está. Dejad de echarle sermones, que ya bastante lo sermoneamos nosotros en la empresa. — Chin Hae les sonrió pacificadora. — Y ahora, todos a la cama, que porque sea la última noche que me tenéis con vosotros, no os creáis que os dejaré hacer lo que sea, así que venga, a dormir que mañana tenéis mucho trabajo. — Y dando palmas los hizo ir a sus dormitorios, aunque antes, cada uno de ellos la abrazó dándole la enhorabuena. Niel esperó a que todos se hubiesen ido para despedirse.

— Noona, la pesadilla se ha acabado. Podrás volver a tu vida de antes, pero creo que lo mejor será que te mudes, más que nada por prevenir. Sigo desconfiando de cómo puede acabar todo. — Se había puesto ante ella y le había agarrado las manos con fuerza pero de manera cariñosa.

— Creo que tienes razón, pero ahora no es el momento. Tengo que ponerme al día en el trabajo y una mudanza lleva su tiempo. Además, tengo que hablarlo con Tae Chul para ver qué opina. Pero no te preocupes, en cuanto decida algo, ya te avisaré. Y antes de que me digas nada, te obligaré a ayudarme con la mudanza. — Trataba de quitarle hierro al asunto y bromear, pero Niel siguió serio, observándola en silencio.

— Noona, eres mi otra mitad, mi otro yo, te amo. Pero tranquila, — vio la cara de estupefacción en la cara de Chin Hae porque pensaba que iba por otro lado la declaración — no lo digo en plan hombre – mujer, sino como amiga, como hermana, tal y como estamos ahora y no quiero que eso cambie jamás. Ten bien por seguro, que al igual que Rokhyun, haré lo que sea por ti. — Aquella declaración emocionó tanto a Chin Hae que se tambaleó y Niel se apresuró a abrazarla para tranquilizarla y darle parte de su fuerza. — No te irás a desmayar, ¿verdad? — Su tono divertido, hizo que Chin Hae le diese un pequeño golpe en uno de sus hombros. — ¡Auch! Eso ha dolido noona.

— Te lo mereces. Me haces una declaración así, ¿y espera que no me afecte? — Se separó un poco de él para mirarlo, y vio que le sonreía con cariño.

— ¿He estado mejor Tae Chul hyung?

— Deja de mostrarte tan petulante, anda. Y sí, has estado mejor que él, pero no se lo digas, déjale creer que su declaración fue la mejor de todos los tiempos. — Aquello los hizo sonreír divertidos y Niel aprovechó para volver a atraerla hacia él y abrazarla con fuerza, mientras hundía la cabeza en la curva de su cuello.

— Me pasaría la noche abrazado a ti, pero quiero que mañana estés en plena forma para lo que te espera, así que mejor te dejo que te vayas a dormir. — Eso fue lo que dijo, pero era incapaz de soltarla, al contrario, intensificó el abrazo.

— Niel, a este paso nos vamos a quedar dormidos aquí, de pie y abrazados. Imagina el espectáculo que les daremos a los demás por la mañana.

— Pues no es mala idea. — Eso le ganó un pequeño golpe en la espalda. — Está bien, está bien, ya te suelto. — La apartó un poco, lo justo para poder besarla con comodidad en la mejilla. Tras eso, la apartó del todo y le sonrió. Chin Hae le agarró la cara con ambas manos, se puso de puntillas y lo besó también la mejilla.

— Buenas noches pequeño.

— Noona, ya no soy un niño pequeño. — Dijo irritado.

— Para mí siempre serás mi niño pequeño. Y ahora venga, arreando a la cama. — Le dio una palmada en el trasero y se fue rezongando a su habitación seguido por una sonriente Chin Hae.




A la mañana siguiente, cuando los despertó, se quedaron sorprendidos al ver que tenía las maletas hechas.

— Noona, ¿nos dejas ya? — La sorpresa de Changjo era más que patente.

— Sí, Tae Chul vendrá a recogerme en unos diez minutos. De ese modo nos dará tiempo a que me lleve a casa a dejar las cosas y llegar los dos puntuales al trabajo.

— Por fin podré soltar todos los tacos que quiera. — CAP se mostraba más que feliz, pero eso le ganó un pescozón de Chin Hae. — ¡Noona, eso ha dolido!

— Te lo mereces. Mira que te gusta ser malhablado.

— Noona, déjalo, con hyung es algo imposible de solucionar. — Niel se mostraba muy divertido, relajado y feliz, algo que los demás no veían desde hacía mucho tiempo.

— Sí, será lo mejor. Aunque cuando ande yo cerca, vigilaré que no diga nada inapropiado, porque cada vez que lo haga, pagará una multa. Ah, y lo mismo va para cada uno de vosotros, ¿entendido?

— Tu último día aquí y nos cae una amenaza a todos. Está visto que ni en las despedidas dejas tu lado de general. — Chunji fingió un escalofrío mientras le sonreía divertido.

— Por supuesto, parece que no me conocéis. Os he dejado el desayuno listo y la ropa en la lavadora. — Justo en ese momento sonó el timbre de la puerta.

— Noona, es tu novio. — Y mientras lo decía, Ricky le abrió la puerta.

— Buenos días. — El recién llegado les hizo una reverencia que le fue correspondida. Tras eso fue a abrazar a Chin Hae, que le devolvió el abrazo con ganas. — Por fin volvemos a la normalidad.

— Sí, por fin.

— Chicos, gracias por cuidar de Chin Hae. — Y volvió a hacerles una reverencia.

— No nos la des, hemos estado encantados de tenerla aquí. Ha sido fantástico. — Ricky sonreía de oreja a oreja mientras se lo decía.

— Ricky, eres adorable. — Y Chin Hae se separó de Tae Chul para abrazar con ganas a Ricky, que reía mientras le devolvía el abrazo.

— Muchas gracias por el piropo.

— Bueno chicos, me voy. Nos vemos luego en la empresa, ¿de acuerdo?

— Está bien, nos vemos allí. — Chunji respondió por todos.

— ¡Noona! — Ella se giró y antes de que le diese tiempo a reaccionar, Niel la envolvió en un gran abrazo, que tras un par de segundos ella le devolvió.

— Niel, ¿cuántas veces te he dicho que alejes tus manos de mi novia? — El tono resignado de Tae Chul y su suspiro hizo sonreír a los demás.

— Cierra el pico Tae Chul, me estoy despidiendo de mi pequeño.

— Oh Dios, está visto, estos dos son en realidad uno, porque no hay manera de que puedan estar separados mucho tiempo. Creo que al final me tendré que acabar casando con ambos, no hay duda. — Aquello hizo que los demás chicos se empezasen a partir la caja, mientras Niel y Chin Hae se separaban y lo miraban con ceño. — ¿Qué? Es la verdad. — Y se encogió de hombros como si aquello fuese la mejor solución.

— Anda, mejor vámonos, porque parece que te has levantado con el día tonto. — A pesar de que Chin Hae estaba molesta, él sonrió divertido.

— ¡Espero volver a veros pronto, chicos! — Y salió de allí sonriendo divertido, llevando las maletas, mientras Chin Hae lo empujaba para diversión de de todos ellos, menos Niel, que suspiraba exasperado.




L.Joe estaba nervioso. Había llamado a Cho Hee para asegurarse de que iban a ir a la sauna, y allí se encontraba, esperándola a ella y su hermano. Hyun Sun se acercó enseguida a él. Cada vez se mostraba más como un niño de su edad al casi adulto que había conocido al principio. Le mostró una hoja con las excelentes notas que había sacado en los últimos exámenes y el chico le prometió un regalo para celebrarlo. El pequeño se negó diciendo que estaba contento por lo que había logrado, y de nuevo, lo dejó a cuadros por lo maduro que podía llegar a ser alguien tan joven.

Fueron a cenar. La mujer les atendía feliz, como siempre. Cho Hee parecía bastante contenta aquella noche. L.Joe creía que estaba yendo todo tan bien, que era imposible que la chica rechazase la proposición que tenía que hacerle.

Cuando acabaron de cenar fueron a charlar un rato en una de las salas, sentados en el suelo. No estaba seguro de cuándo sacarle el tema, y fue dejando pasar tanto el tiempo, hasta que al final, Hyun Sun acabó durmiéndose sobre sus piernas. Ahora era casi como si estuvieran los dos solos.

—Pareces muy contenta hoy.

—Más que contenta, digamos que tranquila. Con no tener… algunos problemas, estoy bien. Ha sido un día relajado, Hyun Sun ha sacado muy buenas notas y además, hemos venido aquí a verte—se sonrojó al darse cuenta de sus propias palabras—. Lo que quiero decir es que… bueno ahora mismo eres… un gran amigo para ambos.

—Para mí también sois grandes amigos… y de eso precisamente quería hablarte hoy…—se puso tenso. Era algo tan sencillo, pero por alguna extraña razón no podía evitar ponerse nervioso.

—¿Sucede algo malo?—preguntó, seria. Él se sintió mal por haber borrado la sonrisa que llevaba dibujada en el rostro desde que la había visto llegar y relajó los músculos.

—Todo lo contrario. Quería pedirte una cosa… u ofrecerte, no estoy muy seguro.

—No entiendo nada de lo que me estás tratando de decir.

—Resulta que en unos días vamos a celebrar el aniversario de un amigo. Será una fiesta divertida y nos ha dicho que invitemos a quien queramos. Así que yo había pensado en ti…—a medida que hablaba, se dio cuenta de que su primera impresión de que ella no podía rechazar su petición era del todo errónea. No había acabado de hablar, que Cho Hee ya se había puesto pálida. Supo su respuesta al instante, y se preguntó qué tan malo era que la pobre fuera a divertirse, como para reaccionar así ante la simple petición de ir a una fiesta.

—Me pone muy contenta que me hayas ofrecido ir contigo pero… verás…—estaba buscando algún tipo de excusa que ponerle para no hacerle sentir mal.

—No quiero que me mientas. Puedo entender un no. Aunque, si te soy sincero, me gustaría preguntarte el por qué… pero entiendo que quieras mantener tu intimidad, yo mismo intento mantener la mía bastante protegida… pero lo que no permitiré es que me mientas, Cho Hee. Al menos creo que tenemos la suficiente confianza como para evitar eso.

—Tienes razón, lo siento… es que no quería que pensases lo que no es.

—¿Pensar lo que no es?

—Que no voy por ti, o porque tenga algún problema contigo. Todo lo contrario, ya te he dicho antes lo que significas para nosotros.

—Cho Hee en serio, no tienes por qué preocuparte. Lo entiendo… ahora me gustaría ir a dormir.—se levantó de manera que no se despertase Hyun Sun y lo cargó en brazos.

—Eh… yo me quedaré aquí un poco más, que no tengo sueño.—el chico asintió, sin ganas de decir nada más. Le había afectado más de lo que se esperaba ese rechazo. Le hacía preguntarse si tan poco le apetecía pasar más rato con él. En realidad, el chico sabía a la perfección que había algo que le impedía poder disfrutar de un poco de diversión, dándose tiempo para sí misma. Y aunque intuía qué podía ser, no lo sabía a ciencia cierta y eso le ponía todavía más nervioso.

A pesar de esos pensamientos, estaba tan cansado que en cuanto se tumbó tras dejar al pequeño, se durmió al instante.

Por su parte, Cho Hee se había quedado en la sala, con las piernas encogidas y la cabeza sobre éstas. Miraba el televisor que había allí aunque en realidad no tenía ni idea de qué estaban emitiendo. Pasó más de media hora en esa postura, meditando. De verdad quería ir con el chico, acompañarlo, pasar más tiempo con él… pero tenía miedo de tener contacto con más gente. No le había dicho que no por nada en particular, sino que el miedo era superior al deseo…

Hubo algo en la pantalla que tenía delante de ella que le hizo, por primera vez, reparar en la emisión. Estaban hablando de la vida de los cantantes, mostrando vídeos de varios de ellos. Nunca le había interesado la música actual, cantantes o famosos, ni había tenido tiempo para ello. Pero de repente, el mismo chico con el que llevaba encontrándose en la sauna tanto tiempo, aparecía bailando, sonriendo como nunca antes le había visto hacerlo. Carismático, con fuerza. Parecía otro y a la vez, era él.

L.Joe. Acababan de ponerlo en la pantalla. Así dijo que le llamaban, para evitar las bromas con su nombre real por ser el mismo que el de un actor famoso. No podía creérselo, él nunca había mencionado ser famoso…

Se puso en pie, con los ojos cristalinos. No entendía qué estaba sucediendo, ¿por qué de repente su único amigo era alguien amado por miles de personas? Sintió que, sin estar allí siquiera, se convertía en alguien lejano, se marchaba, cada vez más allá… no podría volver a alcanzarlo.

Se fue hasta donde el chico dormía. Miró a su hermano. No podía despertarlo. Por eso, se sentó a su lado llorando en silencio. A primera hora de la mañana, lo despertaría y se marcharían de allí dejando una nota. Necesitaba aclarar sus pensamientos y sentimientos, los cuales de repente, habían recibido un latigazo de profunda confusión.

Al despertar, L.Joe se dio cuenta de que estaba otra vez solo, los hermanos se habían ido, no es que no estuviese acostumbrado a eso, pero le gustaría que alguna vez al despertarse, ellos siguiesen allí para poder desayunar juntos. Eso sería una buena manera de comenzar el día.

Al girar la cabeza se dio cuenta de que Cho Hee le había dejado una nota, algo que le hizo sonreír, nunca estaba al comenzar el día, pero sus notas siempre lo acompañaban. Se sentó, abrió la nota y la leyó:

“Sentimos habernos ido antes, pero Hyun Sun tenía que entrar antes a clase. Pasa un buen día y ya nos volveremos a ver. Cho Hee.”

Volvió a doblar la nota y una vez en los vestuarios, la guardó en su cartera, como siempre hacía con todas las notas que le dejaba. Lo que él no sabía es que la relación que habían mantenido hasta aquel momento había dejado de existir, y que a partir de entonces le tocaría empezar a recorrer un nuevo sendero lleno de dificultades.




Ese día grababan el último Hello Baby, y se notaba en el ambiente. Los chicos no tenían los ánimos de siempre a pesar de que las cosas en la compañía respecto a las sassaeng habían mejorado. Sin embargo, se vieron obligados a disimular por el bien de los niños. El programa había decidido que lo más emotivo sería despedirse en el mismo lugar en el cual se habían conocido, por eso fueron hasta el parque donde tuvo lugar el primer día de grabación. L.Joe y Niel parecían los que mejor estaban llevando el asunto, cogiendo de la mano a los críos y llevándolos a los toboganes. La primera parte de la grabación consistió sólo en eso, en pequeños juegos y piques entre los pequeños y los adultos. Fue divertido y agradable y estuvo lleno de risas.

Teen Top fue siendo llamado uno por uno para explicar a una cámara sus opiniones respecto al programa y cómo había evolucionado. Ninguno pudo obviar el gran cambio que había sufrido Zi Yu. Al principio le costaba mucho relacionarse, era callado, tímido y le costaba abrirse… y en aquellos momentos, jugaba con todos, riéndose y hablando en coreano. Los padres también habían explicado lo beneficioso que había sido el programa para él de cara a la escuela. Antes, era incapaz de entablar conversación con sus compañeros por la barrera del idioma y su actitud, e incluso habían llegado a meterse con él por ello. Sin embargo, en las últimas semanas había logrado hacer amistades y aunque no podía hablar coreano con fluidez, encontraban otros modos de comunicarse.

Amaia seguía siendo la tierna niña del principio, llena de alegría y cariñosa. Pero había aprendido a no centrarse sólo en Chunji o Changjo y relacionarse igual de bien con todos ellos. Le gustaba en especial perseguir a C.A.P, porque él seguía sintiéndose torpe con los pequeños, y la niña parecía encontrarlo gracioso cuando se ponía nervioso. Aquella tarde estaba en especial pendiente de él y el joven jugaba y respondía muy bien.

A medida que las horas pasaban, los chicos se sentían más tristes, y tener que rememorar todas las vivencias ante las cámaras no ayudaba. El que peor parecía estarlo llevando era Chunji. Y ante la sorpresa de todos, fue Zi Yu quien se acercó a él y le preguntó qué le sucedía. Eso le hizo reaccionar, y el chico mostró una de sus sonrisas más amplias y le dijo que papá sólo estaba un poco cansado.

Hicieron un descanso para que los niños merendasen. Había unas mesas cerca y fueron a sentarse allí. Los chicos habían preparado bocadillos y fruta para los críos. Los pequeños se lo comieron todo e incluso les dieron las gracias, ante lo cual Ricky no pudo evitar abrazarlos.

Alguien del staff se acercó de repente al líder y le entregó un sobre. El muchacho lo abrió y leyó que tenían que pasar la última prueba. Ésta consistiría en hacer dos equipos con los niños y encontrar por el parque unas monedas de colores. El equipo que más monedas tuviera, ganaría y se le haría una sorpresa. Pero no sólo eso, sino que aunque fueran los primeros en encontrarlas, la única manera de conseguirlas sería respondiendo preguntas sobre el niño o niña de su equipo.

Así fue como Amaia acabó con C.A.P, Changjo y L.Joe mientras que Zi Yu se iba con Chunji, Niel y Ricky.

Unos se fueron hacia la zona de juegos, mientras los segundos se dirigían a la zona más verde del parque.

A los diez minutos, Amaia le gritó a C.A.P quien la llevaba a hombros, haber visto una moneda verde sobre una de las casetas. Se acercaron hasta allí y la niña alargó el brazo hasta cogerla. La primera pregunta fue hecha.

—¿En qué año nació Amaia?—preguntó una de las guionistas. C.A.P miró a L.Joe pero fue el pequeño del grupo quien alzó la mano y respondió sin dudarlo.

—¡En el 2009! Mira que costaros hasta hacer cuentas…—le musitó a sus compañeros cuando le dijeron que la respuesta era válida. La niña pidió entonces ir a sus brazos y el chico la acogió entre ellos, haciendo que su semblante cambiara.

Hasta entonces no se había dado cuenta de verdad de cuán doloroso iba a ser tener que decirles adiós  a los dos. No le gustaban las despedidas, y aunque sabía que podía intentar seguir en contacto con ellos aunque fuera por teléfono, aquella se le iba a hacer muy dura.

Siguieron buscando monedas. La siguiente la localizó L.Joe. Era roja y estaba debajo de uno de los toboganes, sobre la arena. Changjo se burló de él diciéndole que la había visto con tanta facilidad porque era bajito y el otro le dio un puntapié en la espinilla.

—¿Cuál es el nombre completo de la hermana mayor de Amaia?

—¡Cristina Fernández Lee!—respondieron los tres a la vez, haciendo a la niña reír.

—¡Aquí hay otra moneda!—anunció C.A.P. Era azul y estaba sobre el asiento de unos columpios. Prosiguieron la búsqueda y fueron respondiendo a las preguntas, algunas con más dificultad que otras. El que más se sabía era Changjo, que les volvió a echar en cara que no hubieran sido capaces de investigar un poco a los pequeños, arrancando carcajadas del equipo.

El otro equipo también estaba encontrando bastantes monedas. La mayoría las veía Zi Yu, que tendía a ser muy observador con su alrededor. Muchas de las preguntas que le hacían sobre el pequeño estaban relacionadas con su vida en China. Por suerte Niel sabía responderlas casi todas, y si no, lo hacía Chunji. Ricky se dejaba un poco llevar por ellos y hacía tonterías para que el pequeño se lo pasara bien.

Poco después, ambos grupos se reunieron. El grupo de Amaia ganaba por una moneda más. Les entregaron otro sobre:

—En realidad, ambos grupos son ganadores porque habéis sabido demostrar ser unos padres estupendos que conocen muy bien a sus hijos. Por eso daos la vuelta y mirad al cielo.—así hicieron, y de repente un montón de globos de colores comenzaron a ascender hacia arriba. El equipo, mientras ellos alucinaban por el hermoso espectáculo, le dio unos globos a los críos también, que sin entender muy bien qué estaba sucediendo los repartieron entre sus padres y se quedaron uno para cada uno.

Chunji fue el primero en darse la vuelta en cuanto Amaia le entregó su globo. No quería que los pequeños lo vieran en llorando. Otro sobre fue entregado.

—Ahora es el momento de despedirse—leyó C.A.P, y por unos segundos se le quebró la voz—. Podéis dedicarles unas palabras de despedida antes de soltar los globos para que asciendan todos juntos hacia un futuro mejor.

—Oh, por favor…—musitó Chunji sin fuerzas. Parecía ser que aquellas palabras eran lo último que necesitaba para agacharse en el suelo sin poder dejar de llorar. No fue consciente de que al verlo así, lo único que lograba era hacer que Changjo, quien tenía a Amaia al lado, se echase a llorar también. Intentó disimularlo, pero la pequeña le estiró de la ropa para llamar su atención y cuando la obtuvo le preguntó qué les pasaba. Changjo se ató el globo alrededor de la muñeca y la cogió en brazos, intentando por todos los medios mantener las lágrimas dentro.

—Que hoy tenemos que decir adiós y eso nos pone muy tristes.

—¿Adiós? ¿Por qué? Amaia se lo pasa muy bien con los papás.—la inocencia e incomprensión de la pequeña no eran, desde luego, de ninguna ayuda.

—Y nosotros con vosotros, cariño.

—Papá, no estés triste…—dijo de repente, rodeándole el cuello con sus brazos—Amaia no se irá a ningún lado.—añadió, haciendo que Changjo llorase aún con más ímpetu. Se preguntó en qué maldito momento había aceptado hacer ese programa y por qué nadie le había advertido de lo duro que sería acabarlo.

Zi Yu, por su lado, no se apartaba de L.Joe y no le soltaba la mano. Parecía estar entendiendo lo que sucedía y no le gustaba para nada. Estaba sucediendo eso que el niño tanto temía. La separación. Lo había vivido ya una vez y el resultado no había sido para nada bueno. L.Joe, quien notó su pequeña mano temblar, se agachó a su lado.

—Zi Yu, sólo es una pequeña despedida. Volveremos a encontrarnos, pero… los papás tienen mucho trabajo. Y tú tienes que seguir haciendo nuevos amigos.

—¡Pero no quiero nuevos amigos, quiero a los papás!—el pequeño comenzó a llorar. L.Joe lo acercó a él, abrazándolo con cariño.

—Zi Yu, eres un buen niño. Los papás te quieren mucho, a ti y a Amaia. Estoy muy, muy contento de haberte conocido. Muchas gracias por aparecer en mi vida.—sabía que esas palabras serían incomprensibles para un niño pequeño, pero no podía evitar decirlas. Lo abrazó con fuerza, hasta que el pequeño dejó de llorar.

—No quiero decir adiós otra vez…—sollozó cuando se separaron. L.Joe le acarició la cabeza.

—Pues di hasta luego…

Al final, Ricky acabó llorando con los otros dos también, cuando lanzaron los globos todos juntos y les dedicaron algunas palabras para que los niños lo vieran cuando fueran grandes. No fue nada fácil. Cuando los padres se acercaron para llevárselos, y los pequeños agitaron la mano mientras se iban alejando, todo el grupo sintió el peso de lo que estaba sucediendo. Una vez las cámaras se apagaron, felicitaron a todo el mundo por el duro trabajo y el equipo se fue a cenar junto también para dar fin al programa.

Dado que era una celebración, permitieron a los chicos (mayores de edad) que consumieran algo de alcohol. Pero estaban tan dedicados a la charla, que nadie fue capaz de darse cuenta de que el líder estaba bebiendo más de lo que podía soportar. De repente, gruñó algo que a causa de su lengua pastosa ninguno pudo identificar qué debía significar. A continuación, lo que sucedió los dejó a todos tan sorprendidos que ninguno fue capaz de actuar durante unos minutos y el silencio inundó la mesa.

C.A.P había sido el que más dificultad tenía para relacionarse con Amaia y Zi Yu. Aunque al final lo había logrado, y pudo jugar y entenderlos, a pesar de seguir siendo el que se mantenía un poco al margen. Y siempre se hacía el duro, como si las cosas no le afectasen del todo. Por eso, verle llorar con aquella desesperación causó a todos tal impresión que dejaron de comer.

Niel fue el primero en acercarse a él y darle unos golpes de ánimo en la espalda, diciéndole que no estuviera triste. Poco a poco el resto del grupo se unió a intentar animar al líder, pero éste estaba tan borracho que no atendía a razones y sólo se calmó cuando el cuerpo no le aguantó más y cayó a un lado, dormido. El mánager tuvo que cogerlo en brazos con ayuda de un cámara y llevarlo hasta el coche para que descansara mientras los demás seguían cenando.

Al día siguiente, suplicaría a todos que no fueran contando lo que le había sucedido, muerto de la vergüenza y con un inmenso dolor de cabeza.





Llegó el sábado y por lo tanto, también la fiesta de cumpleaños de Niel. Tendría lugar en el reservado de un restaurante, pues creyeron que la ocasión, no sólo el aniversario, sino también el descubrir a las sasaengs que habían estado dándoles tantos dolores de cabeza, lo merecía. A parte de Teen Top, también acudieron las noonas de casi todos, al igual que trabajadores de la agencia, y su grupo hermano, 100%.

Mientras se llevaban a cabo las presentaciones, hubo una sorpresa. El encuentro entre Sung Jun y Hee Young. Ambas se conocían, puesto que ambas trabajaban en el mismo hospital. Fue un momento divertido, para ambas, aunque tanto CAP como Changjo tardaron algo más en recuperarse, lo que ocasionó bromas por parte de los demás miembros del grupo. Ante las protestas de ambos por las bromas, las noonas dieron muestra de sus fuertes personalidades cortando las bromas de raíz. Los dos jóvenes se mostraron ufanos y pasaron al ataque, pero tras recibir sendos pescozones por parte de las mujeres, decidieron callarse y poner pies en polvorosa.

La fiesta comenzó de manera oficial y todos empezaron a comer y beber mientras se formaban corrillos aquí y allá. Aunque hubo uno que preocupó bastante a los chicos, y es que sus noonas estaban juntas y a saber lo que podían estar contándose.

— Creo que no ha sido muy buena idea juntarlas. A saber lo que nos pasará a partir de ahora. — Ricky se frotaba el cuello atemorizado, mientras Changjo asentía apesadumbrado en silencio.

— ¿Se puede saber qué os pasa? — Sanghoon, el maknae de 100% se había acercado a ellos presa de la curiosidad al verlos tan cariacontecidos.

— Nuestras noonas están ahí, juntas, y tememos que nosotros seamos el tema de conversación. A saber lo que se pueden estar contando, y lo que nos deparará esa charla. — El miedo de Changjo era patente y a Sanghoon se le borró la sonrisa.

— Mal asunto. Vale más que salgáis huyendo, porque cuando a una noona le da por ponerse en plan mandona es horrible. Aunque en vuestro caso es peor. Se han juntado unas cuantas y no os dejarán ni a sol ni a sombra. — Sanghoon sufrió un escalofrío sólo de pensar en todo lo que podía ocurrir.

— Será mejor que intentemos divertirnos, porque con las miradas que nos están lanzando… — Dejó la frase sin acabar y salieron en desbandada para evitar que fuesen a por ellos.

Mientras tanto, Niel que estaba sirviéndose bebida recordó la escena del planetario y decidió ir a preguntarle a Minwoo. Éste estaba hablando con una de las estilistas de su grupo, con la que parecía llevarse muy bien.

— Hyung.

— Niel, ¿qué sucede? — Minwoo le sonrió y vio cómo la estilista se alejaba para ir a hablar con otras compañeras.

— ¿Conoces a la doctora Kim Jin Joo? — Minwoo se quedó pensativo, pero lo que no sabían, es que había alguien muy cerca que reaccionó al escuchar ese nombre y empezaba a prestar mucha atención a la conversación.

— ¿Doctora Kim Jin Joo? — Niel asintió en silencio. — Kim Jin Joo… Kim Jin Joo… — Lo vio intentar recordar durante un momento, hasta que al final volvió a centrar su atención en él. — No, no me suena de nada ese nombre, ¿por qué? — La persona que los estaba escuchando sonrió con desprecio, pero escondió su sonrisa con el vaso que tenía entre las manos. Al mismo tiempo, bajó los párpados para que nadie viese su mirada.

— Porque ella sí parece conocerte, y al parecer muy bien. Lo mismo que el hombre que la acompañaba. —Aquello sorprendió a Minwoo.

— ¿Un hombre y una mujer que me conocen pero yo no conozco? — Aquello estaba empezando a alarmarlo.

— Sí, los dos trabajan en el planetario donde se hizo la grabación del programa con los niños el otro día. Cuando nos íbamos, él se acercó a ella y le dijo que menos mal que no habías sido tú el que acudió allí, sino nosotros, porque el reencuentro habría sido difícil. — Niel lo miraba interrogante, mientras que Minwoo estaba totalmente desconcertado.

— ¿Qué le contestó ella? ¿Llegaste a escucharlo?

— Pues que hubiese sentido lo mismo que con nosotros, es decir, nada.

Niel vio cómo Minwoo palidecía y seguía intentando recordar, pero no lo lograba.

— Hyung, ¿estás totalmente seguro de que no la conoces? — Niel se estaba preocupando. Allí pasaba algo raro.

— Sí, seguro. ¿Lograste escuchar el nombre de él?

— No, y sólo pude ver su espalda. Es alto y lleva el pelo corto, es lo único que sé.

— Pues tendré que ir allí a investigar para saber quiénes son esas dos personas, ¿no te parece? — Aunque trataba de sonar divertido, se notaba su preocupación. — Venga, dejemos de hablar de mí y divirtámonos, es tu fiesta de cumpleaños.

— Si tú supieras… — El aludido y su compañero no pudieron escuchar esto, porque fue dicho en voz muy baja mientras se alejaba de allí.

La fiesta continuó y tras una hora de diversión, llegó la tarta. Se apagaron las luces, quedando el reservado iluminado tan solo por la luz de las velas, mientras que tanto amigos como compañeros de la empresa le cantaron “Cumpleaños feliz”. Al final hubo un estruendoso aplauso mientras Niel soplaba las velas tras pedir su deseo.

— Rockhyun, Minwoo, ¿se puede saber por qué sonreís así? — La estilista que antes había estado hablando con Minwoo había acabado sentada a su lado.

— Coordi Kim, — Minwoo se había inclinado hacia ella para que nadie aparte de ellos tres se enterasen de qué iba el tema — ¿es que no has prestado atención a dos de los invitados? — Su sonrisa sibilina la hizo fruncir el ceño.

— ¿Qué? ¿Invitados? ¿A qué te refieres?

— Noona, — fue el turno de Rockhyun de llamar su atención— tanto a Changjo como a Chunji les gustan sus noonas… como mujeres. — Su diversión fue mayor al ver la sorpresa e incredulidad en el rostro de la mujer.

— ¿Qué? — Miró a ambos muchachos con disimulo pero prestando atención. Y entonces pudo ver lo que antes se le había pasado por alto. La forma en que las miraban cuando ellas no se percataban, no era la de un donseng, era la de un hombre. — Vaya, vaya, vaya, esto se ha puesto muy interesante. — Su diversión era más que patente.

— Y más que se va a poner, créenos. Pero hay que esperar a que afloje un poco el número de personas. — La mujer alternó la mirada entre los dos amigos y se dio cuenta de que ya habían tramado algo sin que ella lo supiese.

La fiesta prosiguió sin que los aludidos se enterasen de nada, y poco a poco gran parte de los asistentes se fueron yendo, quedando tan solo los dos grupos, las noonas y algunas estilistas.

Rockhyun y Minwoo se acercaron a hablar con las noonas, que a verlos, les sonrieron con calidez.

— ¿Podemos sentarnos? — Minwoo les dedicó una de esas sonrisas que capaces de derretir un bloque de hielo y no tardó en obtener la respuesta deseada.

— Sentaos, aunque no nos hacemos responsables de que podáis acabar recibiendo algún pescozón si no os portáis bien. — Aquello provocó un coro de risas, lo que atrajo la atención del resto de chicos, que se acercaron a ver qué estaba pasando allí.

— Eres Kang Sung Jun, ¿verdad? La noona de CAP.

— Sí, lo soy. — La aludida sonrió con aplomo. Él era mayor que ella, pero eso le daba igual. Se quedó en silencio, mirándolo de frente, sonriendo con suficiencia, lo que hizo que CAP sonriese orgulloso.

— Encantado. Yo soy…

— Sí, lo sabemos, no hacen falta presentaciones ni ponernos en plan formal. Vete al grano y habla sin cortapisas.

— Con razón Changjo es tan descarado. Con una noona como tú es imposible no espabilar. — Rockhyun sonrió divertido, mientras que Minwoo veía que estaba perdiendo terreno.

— Así se habla noona. Pon en su sitio a este mujeriego. — Changjo sonreía con sorna, mientras que su voz estaba llena de orgullo por Hee Young. 

— ¡Eh, que no soy ningún mujeriego! — Minwoo se había vuelto hacia Changjo para recriminarle esa acusación.

— Sí que lo eres. Te encanta que todas las mujeres te presten atención. Y para colmo de males sabes usar tu físico y tu encanto. — Esta vez el ataque provino por parte de Niel.

— Yo no tengo la culpa… — Aunque no pudo continuar porque se vio interrumpido por Hwa Young.

— Vamos, vamos, haya paz chicos, que no quiero tener que acabar trabajando en mis horas libres. — Su tono jocoso los hizo sonreír.

— Noona, nunca fallas. — Chunji le sonrió con cariño y ella le correspondió con una pequeña inclinación de la cabeza.

— Noonas, — Rockhyun fue el encargado de proseguir con el plan, puesto que Minwoo estaba sufriendo una derrota sin paliativos — ¿habéis visto los programas en los que salió Teen Top?

— Yo los he visto todos. — Na Na fue la primera en responder, y tras ella respondieron las demás de manera idéntica.

— ¿Y cuál fue vuestro momento favorito? — Las miró a todas y tras un momento de pensar, se miraron entre ellas y sonrieron con malicia.

— Todos aquellos en los que había el juego del pepero o de los papeles que se tenían que pasar de boca en boca. — De nuevo Na Na fue la que respondió, mientras empezaba a reírse.

— Estoy de acuerdo con ella. Qué grandes momentos hubo. — La sorna de Sung Jun y la diversión del resto, hizo que todos ellos empezasen a rezongar enfadados por haber elegido precisamente esos momentos. El enfado aumentó porque el resto de componentes de 100% se unieron a las risas.

— Vale, vale, vale. Dejemos esos momentos embarazosos de lado, ¿de acuerdo? — Todos miraron a Minwoo, que estaba serio, aunque poco a poco fue sonriendo con malicia. — ¿Qué os parecería si repitiésemos el juego del pepero, aquí, para que lo vieseis en directo? — Vio cómo todo Teen Top lo miraba como si se hubiese vuelto loco, mientras que sus compañeros de 100% aplaudían apoyándolo.

— Oh vamos, nos os molestéis. Tampoco será la primera vez que lo hagáis. — Sung Jun se lo estaba pasando en grande.

— Oh vamos, noona… — El tono quejumbroso de Min Soo no consiguió conmoverla.

— Pero esta vez no tendrá que ser todo chico – chico. — Lo dicho por Rockhyun atrajo las miradas de todos. — Esta vez las noonas también participarán en este juego.

Aquello no les gustó a ellas, que empezaron a protestar diciendo que no, pero al final, entre las presiones de unos y las recriminaciones de otros, tuvieron que acabar cediendo.

— Bien, ahora que ellas han aceptado participar, podemos empezar con las parejas. — Minwoo los miró a todos hasta acabar centrando su mirada en su objetivo. — Hwa Young, ¿serás mi pareja? — Aquello la pilló por sorpresa. Se sonrojó, miró a Chunji, que tenía el ceño fruncido, porque aquello no le gustaba nada. No quería verla con Minwoo, pero al final decidió no hacerle caso.

— Está bien, lo seré. — Se levantó y Minwoo acudió a buscarla a su sitio, llevándola al centro, cogida del brazo.

Chansub, otro de los componentes de 100% se apresuró a entrar en acción y decidió jugarles una mala pasada a Ricky.

— Na Na noona, ¿serás mi compañera? — Por toda respuesta, ella se levantó y fue hasta situarse a su lado mientras sonreía divertida.

— Sung Jun noona, ¿me harías el favor de ser mi compañera? — Jonghwan entró en acción, dejando a CAP boquiabierto ante aquella petición.

— Min Soo, cierra la boca, que no quiero tener que encajarte la mandíbula aquí mismo. — Aquella burla de su noona lo hizo recuperar el sentido enseguida.

— Noona. — Ricky se dirigió a Chin Hae, a la que le puso carita de gatito abandonado y ella poniendo los ojos en blanco cedió.

— Esa carita tuya es un maldito peligro. No se te puede negar nada. — La recriminación lo hizo sonreír divertido.

— Noona, tú conmigo. — Changjo se había apresurado a abrazarse a Hee Young con fuerza.

— Jong Hyun, como no me sueltes me vas a asfixiar. Y entonces ni pepero ni leches, así que suéltame. — Lo escuchó rezongar molesto y ella suspiró exasperada. — Seré tu pareja, tranquilo. — Eso lo hizo sonreír aliviado.

— Por cierto, hay algo que me encantaría ver. — Chin Hae atrajo la atención y los miró con una sonrisa de falsa inocencia, lo que hizo que los desparejados sintiesen un escalofrío por la espalda. — Me gustaría formar dos de las parejas de chicos. — Aquello los hizo querer salir corriendo, pero no les quedaba más remedio que ceder. — Una de ellas estará formada por Niel y Rockhyun y la otra por Chunji y Chanyong.

Aquella propuesta provocó una ronda de aplausos y apoyos entusiastas por parte de las parejas ya formadas. Y a los afectados no les quedó más remedio que ceder, aunque de mala gana.

— Está bien, pues Hyukjin y yo ejerceremos de jueces. — Un satisfecho Sanghoon les sonreía feliz por haberse librado de formar pareja con alguno de sus compañeros.

— Sí, en los programas siempre hay presentadores, así que nosotros lo seremos de esta edición especial, y al mismo tiempo seremos lo jueces. — Hyukjin le pasó un brazo por el hombro a Sanghoon y asintió para dar énfasis a su declaración.

— Formad una línea. — Sanghoon les hizo un gesto para que lo hiciesen, mientras Hyukjin iba a por los peperos.

— ¿Quién de vosotros comenzará? — Hyukjin, los miró a todos esperando a que alguien diese el primer paso.

— Nosotros. — Minwoo sonrió ufano mientras llevaba a Hwa Young de la mano, lo que provocó una mirada asesina por parte de Chunji. Y eso no se les pasó por alto a ninguno los implicados en aquella pequeña conspiración.

— ¿Cuál quieres? — Hwa Young lo miraba entre divertida y abochornada.

— El que no va cubierto es el más fácil. — Minwoo y ella no rompían el contacto ocular y eso estaba enfureciendo a Chunji.

— Está bien, pues entonces a por el normal. — Hwa Young cogió uno y se lo puso entre los dientes, dejando el trozo mínimo imprescindible para que no se cayese.

Minwoo se acercó a ella, la agarró por la cintura y el cuello y la colocó en la posición adecuada para que él pudiese coger el pepero sin dificultad. Esto provocó silbidos y alguna que otra broma.

Tras dar Sanghoon la señal de comienzo, Minwoo comenzó a acercarse más y más a medida que se comía el pepero, hasta que al final se quedó a apenas un par de milímetros de los labios de Hwa Young, que sonreía divertida.

— Creo que ganaremos. — Ella estaba ufana, aunque si hubiese mirado a Chunji su diversión se habría arruinado.

Tras ellos les tocó el turno a Niel y Rockhyun, que a pesar de los deseos de ellas, no llegaron al límite de Minwoo y Hwa Young.

Y así fueron pasando pareja tras pareja dando momentos muy divertidos.

El juego lo cerraron Changjo y Hee Young.

 — Bueno, cuanto antes empecemos, antes acabaremos. — Una resignada Hee Young cogió la barrita de galleta y se la puso entre los dientes, mientras Changjo la miraba con mala cara. — Qué quieres, es más divertido verlo que ser la protagonista.

— Déjate de chácharas y vamos a ello noona. — Changjo estaba serio y decepcionado por la reacción que había tenido ella. Pero estaba dispuesto a dejarle un recuerdo memorable.

La agarró de la misma manera en que lo había hecho Minwoo con Hwa Young y la miró con seriedad, antes de de empezar a la señal de Sanghoon. Se iba acercando y aunque ella trataba de soltarse, no podía, porque él la ganaba en fuerza. El resultado fue que la acabó besando en los labios de manera rápida, porque ya no había excusa posible.

Los demás prorrumpieron en vítores y aplausos, mientras que Hee Young se ponía roja como un tomate.

— Creo que hemos ganado. — Changjo la miraba son suficiencia y orgulloso por lo que había logrado. Le había robado un beso a traición. Aunque la reacción de Hee Young fue pegarle un pescozón que lo hizo lamentarse como si de un niño pequeño se tratase.

— Te está bien merecido, porque no se puede hacer cualquier cosa por ganar. Por cierto, — se volvió hacia Sanghoon — ¿hemos ganado?

— Sí, apenas queda galleta. — Se estaba divirtiendo cosa mala, y eso exasperó a Hee Young que a punto estuvo de arrearle también un pescozón.

La fiesta continuó tras eso, hasta que el cansancio y la hora fue haciendo mella en ellos y acabaron yéndose a casa.


2 comentarios:

  1. Adoro este fic y solo por eso me cubriré de paciencia hasta que regresen. Éxitos en los nuevos proyectos que tengan planteados y aquí estará su fiel lectora esperando su regreso. Les mando un saludo afectuoso y mi admiración desde Venezuela!!!

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