Por @Jeannelok y @Ari2PMAM
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Capítulo 12:
Niel se reunió con Rokhyun y Minwoo
varios días después, tras haberle contado el plan que habían preparado. Si todo
iba bien, en la fiesta no sólo celebrarían su aniversario, sino el deshacerse
de las sassaengs que ni la policía había podido localizar.
Era peligroso, pero no les quedaba
otra.
— ¿Estás preparado?—le preguntó el
líder de 100% nada más verlo llegar. Él asintió con la cabeza, inseguro, y le
hizo en silencio la misma pregunta al tercer chico.
—No me queda otra que
estarlo.—respondió el muchacho. Al fin llegó la estilista que estaban esperando
y Rokhyun se fue con ella tras despedirse de sus compañeros. Éstos se acercaron
a la entrada de la compañía, asegurándose de que la gente de fuera pudiera
verlos desde la posición donde se encontraban. Dado que era tarde, a esas horas
sólo quedarían esperando ocultas el tipo de fans que ellos estaban buscando.
—He dejado correr el rumor—le
explicó Minwoo—, así que no me extrañaría que estuvieran por aquí. De todos
modos, si no aparece nadie, siempre podemos repetir la operación un par de
veces.—Niel asintió. Se quedaron charlando allí unos minutos más hasta que el
mayor se despidió para ir a su posición. Estaría observando a escondidas lo que
sucediera.
Al poco rato de quedarse a solas,
apareció Rokhyun. Niel se sorprendió tanto por el cambio que la estilista había
obrado en él, que se apoyó en el cristal. El chico, que difícil era saber que
lo era, llevaba una peluca larga y ondulada. La falda larga, aunque fresca,
delataba lo único que quizá podía delatarlo: sus piernas. Arriba, una chaqueta
de verano y una camiseta. Llevaba pechos postizos. Igual que las pestañas.
Habiendo prescindido de los tacones, el joven podía caminar a la perfección
moviendo las caderas como toda una mujer.
—Podría enamorarme de ti de
verdad.—bromeó Niel, intentando contener la risa y acercándose a él, como si
estuviera siendo cariñoso.
—Te mataría si lo hicieras. Sólo
estoy haciendo esto por Chin Hae, recuérdalo.—Niel acusó el golpe. Rokhyun
parecía estar todavía molesto con él por la conversación que tuvieron los tres
y él no sabía cómo actuar.
—Lo sé—se puso serio—. No te quepa
duda de ello.
Tuvieron que quedarse allí un rato
más. Desde luego, Rokhyun no estaba disfrutando con la situación. Niel esperó
que las sassaeng que estaban buscando se encontrasen allí cerca viendo la
situación y creyéndosela. Minwoo se había encargado de hacer correr el rumor
entre las fans de que Niel tenía novia. Era moverse en terreno peligroso, pero
si no había pruebas, la gente lo olvidaría a los días, y si tenían suerte,
aquello les serviría para atrapar a las niñas que estaban provocando tantos
desbarajustes en su vida, sobre todo en la de Chin Hae.
Cuando creyeron que habían estado el
tiempo oportuno haciéndose mimos y charlando, Niel se acercó a la mejilla de
Rokhyun esperando que desde el exterior, pareciera un beso en la boca. Minwoo
vigilaría que no hubiera ningún periodista cerca que pudiera captar el momento
y difundirlo.
Se separó un poco de él, aunque aún
tardó medio minuto en alejarse del todo. Debían parecer una pareja
despidiéndose de verdad, a desgana. Las sasaaengs tenían que creerse aquel
teatro.
Se despidieron, y Niel hizo ver que
regresaba al interior mientras Rokhyun salía al calor de la calle. Le había
visto sudar, pero era normal con la falda larga y la chaqueta, por mucho que
fueran prendas ligeras. Sin embargo, no les quedaba otra si querían disimular
sus brazos desarrollados y sus fuertes piernas. Al menos le quedaba que a
aquellas horas, en la calle, ya comenzaba a refrescar.
Desde donde estaba, no podía ver muy
bien lo que sucedía, pero no podía moverse o el plan podría estropearse. Por eso,
no le quedaba más que esperar a que los chicos le llamasen.
Rokhyun esperaba que toda aquella
parafernalia hubiera servido para algo, porque estaba viviendo una de las
situaciones más vergonzosas de toda su vida. Se obligaba a recordar que estaba
haciéndolo por Chin Hae, pero incluso así era difícil mantener la compostura y
seguir comportándose como la chica que, supuestamente, era.
A medida que se alejaba del
edificio, temió que todo aquello no hubiera servido para nada. No fue hasta que
notó unas sombras siguiéndole que recuperó algo de fuerza y esperanza. Al dar
la vuelta como si girase, le adelantaron y le cortaron el paso. Eran tres
muchachas, todas con el uniforme escolar. Qué lástima que perdieran su juventud
de ese modo... ¿Dónde narices estaban sus padres?
—¿Quién eres tú y qué haces con Niel
oppa?—no respondió. Aún tenía que comprobar si eran las chicas que buscaban. Se
encogió sobre sí mismo, intentando ocultar cuanto más pudiera el rostro.
—¿Estás sorda o qué te pasa?—iban
turnándose para hablar. Sólo la del centro se mantenía en silencio. Debía ser
la cabecilla.
—Mírala la mosquita muerta, que cree
que puede acercarse a nuestro Niel oppa como si nada...
—¿De verdad no piensas hablar?—una
de ellas le agarró un mechón de cabello y por instinto se apartó, por si le
daba por estirarle del pelo y le arrancaba la peluca— Ah... que no le gusta que
la toquen...—la empujó y él hizo ver que se tambaleaba— Maldita debilucha...
—¿Te pensabas que podías escapar
impune de besar a Niel oppa, zorr*?
—¿Acaso no sabes lo que le pasó a
esa mujer que se hizo cercana a él?—aquello era lo que estaba esperando
escuchar. Era obvio que no tardarían en presumir de lo que le habían hecho a
Chin Hae para demostrar cuán superiores se creían que eran— La muy cobarde ha desaparecido
del mapa, pero nosotras también somos buenas escabulléndonos... y encontrando.
Así que si pensabas desaparecer tal y como ella ha hecho, para seguir
acercándote a Niel oppa, ya puedes ir olvidándote de ese plan. Te vamos a
machacar.
—Sujetadla y levantadle la cara.—fue
lo único que dijo la cabecilla. De repente, Rokhyun se vio forcejeando con las
dos chicas y aunque podría haberse soltado con facilidad de ellas, seguía
temiendo cargarse el plan si le descubrían, y no volver a tener una oportunidad
como ésa de acabar con el padecimiento de Chin Hae. La vio sacar las llaves,
dispuesta a herirle lo máximo posible.
Rokhyun se soltó de la mano que
intentaba sujetarle la barbilla y cerró los ojos preparado para recibir un
golpe que nunca llegó.
—Ya está bien, ¿no, chicas?—Minwoo
le sujetaba la mano a la cabecilla, y parecía muy enfadado— Ya puedes dejar de
fingir—le dijo. Rokhyun usó entonces su fuerza para soltarse de ambas chicas.
Las cogió por las muñecas, mientras preguntaban
qué narices estaba pasando e intentaban zafarse—.Ya he avisado a la policía y
está en camino. Le he dicho a Niel que se quede donde estaba, porque sólo
sufriría viéndoos, por mucho que quiera grabar vuestros rostros en su memoria
para no mostraros un ápice de cariño jamás.
Hubo quejas, gritos y lágrimas, pero
cuando llegó la policía y las hizo subir al coche, tuvieron que callar. No
podrían retenerlas mucho tiempo ya que se trataba de menores, sin embargo las
alejarían de ellos o las tendrían mejor controladas que cuando no sabían de
quién se trataba.
Rokhyun se sacó la peluca, sin
importarle que la imagen que ofrecía caminando al fin como un chico y con el
cabello bajo una red llena de pinzas era, sin duda, grotesca. Regresaron junto
a Niel que pidió explicaciones de todo lo que había sucedido, y cuando se las
dieron las piernas no le sujetaron y cayó al suelo, aliviado.
—Haced el favor de... de avisar a
Andy hyung y Chin Hae noona y explicarles todo, porque yo no soy
capaz...—musitó. Rokhyun se agachó a su lado y le acarició la espalda con
suavidad. De repente, parecía haber olvidado que estaba molesto con él, porque
sonreía como era habitual en él.
—Lo has pasado muy mal por todo
esto, Niel. Ahora ya puedes descansar.—le dijo, y sin poder aguantarse más,
Niel lo abrazó, agradecido.
Mientras esto sucedía, Minwoo se apartó para llamar a Andy,
que a punto estuvo de dejarlo sordo cuando se enteró de lo que habían hecho. Le
dijo que no se moviesen porque iba para allí de inmediato.
Como no tenía el número de teléfono de Chin Hae, decidió
llamar a CAP.
— Hyung, ¿y ese milagro?
— Mejor deja la diversión para otro momento, anda.
— ¿Ha pasado algo malo? — CAP se había puesto serio y alerta
ante lo que le dijo Minwoo.
— Será mejor que Chin Hae y tú vengáis a la empresa. El
problema ya se ha resuelto.
— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!
— Ya os enteraréis de todo cuando nos veamos, pero apuraos,
porque Andy hyung no creo que tarde mucho en llegar. — Y sin darle tiempo a
contestar, colgó.
Media hora más tarde estaban todos reunidos en el despacho
de Andy, que se mostraba muy serio.
— Volved a contarme qué fue lo que hicisteis, porque aún no
me lo creo. Así de paso, tanto Chin Hae como CAP se enterarán.
Estaban sentados en los sofás del despacho, y los tres
implicados vieron cómo los otros dos los miraban interrogantes. Así que Minwoo,
al ser el mayor de los tres decidió dar las explicaciones pertinentes.
— Veréis, como la policía no conseguía dar con tu atacante,
— dijo mientras miraba a Chin Hae — decidimos entrar en acción. Creímos que lo
mejor era montar una farsa para que apareciesen y así poder atraparlas. — CAP
se quedó estupefacto y no era capaz a articular palabra, sólo mirarlos como si
se hubiesen vuelto locos, mientras que Chin Hae fue a protestar, pero Minwoo la
cortó antes de que dijese nada levantando una mano para pedirle que esperase.
Andy por su parte sólo supo echar la cabeza hacia atrás y cerrar los ojos
sabiendo lo que venía. — Decidimos que lo más rápido era hacer ver que Niel
tenía novia, así que Rokhyun se disfrazó de chica y montamos la escena de los
novios tonteando y despidiéndose en la entrada de la compañía, para que esas
locas pudiesen verlo con claridad. Yo, mientras tanto, me oculté en el exterior
para grabar toda la escena con el móvil y así tener pruebas y saber quiénes
eran. Tuvimos suerte de que cuando intentaban atacar a Rokhyun la cabecilla
confesase que fue ella la que atacó a Chin Hae. Tras eso, salí y todo quedó al
descubierto, llamé al policía y se las llevaron detenidas.
— Chicos, en serio, con esta locura que habéis montado he
perdido diez años de vida. ¿Es que acaso no sabéis lo peligroso que era? — Andy
estaba hecho polvo por el riesgo que habían corrido.
— Pero hyung, no podíamos dejar que esto se eternizase y la
policía no había logrado nada. — Rokhyun estaba desesperado.
— Lo sé Rokhyun, lo sé, pero el riesgo que habéis corrido es
demasiado grande. ¿Y si llega a haber más sassaeng? ¿Y si algo hubiese salido
mal?
— Hyung, si empezamos a jugar a los posibilismos no haríamos
nada. — Esta vez, fue Minwoo el que pareció el mayor de todos.
— Chicos, os agradezco muchísimo lo que habéis hecho por mí,
pero os habéis arriesgado demasiado.
— Noona, no me arrepiento de lo que hice, y si se volviera a
dar el caso, lo repetiría las veces que fuese. Eres muy importante para mí y
mientras pueda, haré lo que sea para ayudarte siempre que lo necesites. — La
determinación de Rokhyun hizo que se instalase un silencio sepulcral. La muda
comunicación entre ambos no pasó desapercibida para ninguno, quedando claro que
la relación que tenían tenía una profundidad que nadie sabía hasta donde
llegaba. Lo malo fue que Niel empezó a sufrir un serio ataque de celos ante
eso.
— Minwoo… — Andy fue el primero en romper aquella situación
y atrajo la atención de todos. — ¿Lograste grabarlas con claridad?
— Sí, y también les hice fotos mientras las metían en los
coches patrulla.
— Bien hecho, enséñamelas.
— Yo también quiero verlas. — Era la primera vez que Niel
decía algo y todos lo miraron con atención.
— Ni hablar Niel, no pienso tolerar que las veas. — Andy se
mostró tajante ante esa petición.
— ¡Pero hyung, ellas fueron las que convirtieron la vida de
noona en un infierno por mi culpa!
— Niel. — La voz suave de Chin Hae logró el efecto calmante
que se necesitaba.
— Noona…
— Niel, hazle caso. Lo mejor es que no veas sus caras,
porque sino te vas a entristecer y enfurecer mucho más. Y métete en esa cabeza
dura, que NO FUE CULPA TUYA. Están locas, no tienen vida propia y en casa pasan
de educarlas y controlarlas como se debe. Así que olvídate ya de ellas y
sigamos adelante, ¿vale? — La dulzura de Chin Hae lo puso en un brete y empezó
a removerse nervioso. Todos sabían que la única persona capaz de controlar a
Niel en aquella situación era ella.
— Noona… — Chin Hae le suplicó con la mirada que lo dejase
pasar. — Maldita sea. Está bien, no las veré, pero quiero que CAP hyung sí lo
haga para que él pueda estar al tanto por si vuelve a pasar algo.
— Me parece perfecto. — El aludido respondió sin dudar.
— Está bien. Minwoo, pásame el teléfono. Tú, Rokhyun y CAP, venid
a la mesa conmigo. — Se dirigieron a la mesa para ver las fotos en el
ordenador. El vídeo lo vería más tarde Andy a solas para evitarles el mal trago
a Niel y Chin Hae. Cuando pudieron verlas, Minwoo les señaló a la cabecilla y
Andy llamó a los abogados de la empresa para que se pusiesen manos a la obra de
inmediato, le daba igual la hora.
— Bueno, hora de irse todos a casa y descansar por fin con
tranquilidad. La pesadilla ha terminado, previa imprudencia de tres de los aquí
presentes. — Levantó la mano para que se callasen al ver que iban a volver a
protestar. — Pero bueno, como se suele decir: “Bien está lo que bien
acaba”. Mañana informaré al resto de los
directivos y a mis compañeros de grupo. Crearemos una lista negra y haremos que
todo el peso de la ley caiga sobre este tipo de seres. Park Chin Hae. — Ella
centró su atención en él. — Ya es tarde para hacer la mudanza, pero mañana
podrá volver a su vida habitual, ¿está feliz?
— Mucho, la verdad es que es un gran alivio. Aunque como
estos locos vuelvan a armar algo así los correré a punta pies de una punta de
Seúl a otra, ¿está claro? — Eso hizo que los otros fuesen a protestar, pero no
pudieron porque CAP empezó a reírse, atrayendo la atención de todos.
— Lo siento, de verdad que lo siento. Sé que es un momento
serio, pero es que noona, me has recordado tanto a Sung Jun noona con eso que
has dicho que no he podido evitar imaginarte dándoles puntapiés. — Eso hizo que
CAP volviese a prorrumpir en carcajadas, mientras que Andy y Chin Hae no podían
evitar sonreír intentando disimular sus risas y los otros tres mostraban
hastío.
Cinco minutos después, se despedían en la entrada y CAP,
Chin Hae y Niel regresaban a casa en un taxi.
Durante todo el trayecto, se mantuvo el silencio, aunque
Niel no soltó una de las manos de Chin Hae, desde se montaron en el taxi hasta
que entraron en la casa donde los demás esperaban impacientes.
— ¿Qué hacéis despiertos? — Chin Hae fue la primera en
hablar al verlos en el salón.
— Os fuisteis sin decir nada, lo que nos dejó preocupados, y
para colmo de males Niel estaba desaparecido. Con ese panorama, ya me dirás
cómo podíamos acostarnos. — La suave recriminación de Chunji los hizo sonreír
avergonzados.
— Han atrapado a las sassaeng y están comisaría. — La
concisión de CAP hizo que todos estallasen de alegría.
— ¿Y cómo lograron atraparlas? — Ricky fue el primero en
hacer la pregunta que los demás tenían en mente.
Cuando CAP les contó lo que habían hecho, a Niel le volvió a
tocar escuchar más y más sermones que lo pusieron de mal humor.
— Vale, vale, ya está bien. Lo hecho, hecho está. Dejad de
echarle sermones, que ya bastante lo sermoneamos nosotros en la empresa. — Chin
Hae les sonrió pacificadora. — Y ahora, todos a la cama, que porque sea la
última noche que me tenéis con vosotros, no os creáis que os dejaré hacer lo
que sea, así que venga, a dormir que mañana tenéis mucho trabajo. — Y dando
palmas los hizo ir a sus dormitorios, aunque antes, cada uno de ellos la abrazó
dándole la enhorabuena. Niel esperó a que todos se hubiesen ido para
despedirse.
— Noona, la pesadilla se ha acabado. Podrás volver a tu vida
de antes, pero creo que lo mejor será que te mudes, más que nada por prevenir.
Sigo desconfiando de cómo puede acabar todo. — Se había puesto ante ella y le
había agarrado las manos con fuerza pero de manera cariñosa.
— Creo que tienes razón, pero ahora no es el momento. Tengo
que ponerme al día en el trabajo y una mudanza lleva su tiempo. Además, tengo
que hablarlo con Tae Chul para ver qué opina. Pero no te preocupes, en cuanto
decida algo, ya te avisaré. Y antes de que me digas nada, te obligaré a
ayudarme con la mudanza. — Trataba de quitarle hierro al asunto y bromear, pero
Niel siguió serio, observándola en silencio.
— Noona, eres mi otra mitad, mi otro yo, te amo. Pero
tranquila, — vio la cara de estupefacción en la cara de Chin Hae porque pensaba
que iba por otro lado la declaración — no lo digo en plan hombre – mujer, sino
como amiga, como hermana, tal y como estamos ahora y no quiero que eso cambie
jamás. Ten bien por seguro, que al igual que Rokhyun, haré lo que sea por ti. —
Aquella declaración emocionó tanto a Chin Hae que se tambaleó y Niel se
apresuró a abrazarla para tranquilizarla y darle parte de su fuerza. — No te
irás a desmayar, ¿verdad? — Su tono divertido, hizo que Chin Hae le diese un
pequeño golpe en uno de sus hombros. — ¡Auch! Eso ha dolido noona.
— Te lo mereces. Me haces una declaración así, ¿y espera que
no me afecte? — Se separó un poco de él para mirarlo, y vio que le sonreía con
cariño.
— ¿He estado mejor Tae Chul hyung?
— Deja de mostrarte tan petulante, anda. Y sí, has estado
mejor que él, pero no se lo digas, déjale creer que su declaración fue la mejor
de todos los tiempos. — Aquello los hizo sonreír divertidos y Niel aprovechó
para volver a atraerla hacia él y abrazarla con fuerza, mientras hundía la
cabeza en la curva de su cuello.
— Me pasaría la noche abrazado a ti, pero quiero que mañana
estés en plena forma para lo que te espera, así que mejor te dejo que te vayas
a dormir. — Eso fue lo que dijo, pero era incapaz de soltarla, al contrario,
intensificó el abrazo.
— Niel, a este paso nos vamos a quedar dormidos aquí, de pie
y abrazados. Imagina el espectáculo que les daremos a los demás por la mañana.
— Pues no es mala idea. — Eso le ganó un pequeño golpe en la
espalda. — Está bien, está bien, ya te suelto. — La apartó un poco, lo justo
para poder besarla con comodidad en la mejilla. Tras eso, la apartó del todo y
le sonrió. Chin Hae le agarró la cara con ambas manos, se puso de puntillas y
lo besó también la mejilla.
— Buenas noches pequeño.
— Noona, ya no soy un niño pequeño. — Dijo irritado.
— Para mí siempre serás mi niño pequeño. Y ahora venga,
arreando a la cama. — Le dio una palmada en el trasero y se fue rezongando a su
habitación seguido por una sonriente Chin Hae.
A la mañana siguiente, cuando los despertó, se quedaron
sorprendidos al ver que tenía las maletas hechas.
— Noona, ¿nos dejas ya? — La sorpresa de Changjo era más que
patente.
— Sí, Tae Chul vendrá a recogerme en unos diez minutos. De
ese modo nos dará tiempo a que me lleve a casa a dejar las cosas y llegar los
dos puntuales al trabajo.
— Por fin podré soltar todos los tacos que quiera. — CAP se
mostraba más que feliz, pero eso le ganó un pescozón de Chin Hae. — ¡Noona, eso
ha dolido!
— Te lo mereces. Mira que te gusta ser malhablado.
— Noona, déjalo, con hyung es algo imposible de solucionar.
— Niel se mostraba muy divertido, relajado y feliz, algo que los demás no veían
desde hacía mucho tiempo.
— Sí, será lo mejor. Aunque cuando ande yo cerca, vigilaré
que no diga nada inapropiado, porque cada vez que lo haga, pagará una multa.
Ah, y lo mismo va para cada uno de vosotros, ¿entendido?
— Tu último día aquí y nos cae una amenaza a todos. Está
visto que ni en las despedidas dejas tu lado de general. — Chunji fingió un
escalofrío mientras le sonreía divertido.
— Por supuesto, parece que no me conocéis. Os he dejado el
desayuno listo y la ropa en la lavadora. — Justo en ese momento sonó el timbre
de la puerta.
— Noona, es tu novio. — Y mientras lo decía, Ricky le abrió
la puerta.
— Buenos días. — El recién llegado les hizo una reverencia
que le fue correspondida. Tras eso fue a abrazar a Chin Hae, que le devolvió el
abrazo con ganas. — Por fin volvemos a la normalidad.
— Sí, por fin.
— Chicos, gracias por cuidar de Chin Hae. — Y volvió a
hacerles una reverencia.
— No nos la des, hemos estado encantados de tenerla aquí. Ha
sido fantástico. — Ricky sonreía de oreja a oreja mientras se lo decía.
— Ricky, eres adorable. — Y Chin Hae se separó de Tae Chul
para abrazar con ganas a Ricky, que reía mientras le devolvía el abrazo.
— Muchas gracias por el piropo.
— Bueno chicos, me voy. Nos vemos luego en la empresa, ¿de
acuerdo?
— Está bien, nos vemos allí. — Chunji respondió por todos.
— ¡Noona! — Ella se giró y antes de que le diese tiempo a
reaccionar, Niel la envolvió en un gran abrazo, que tras un par de segundos
ella le devolvió.
— Niel, ¿cuántas veces te he dicho que alejes tus manos de
mi novia? — El tono resignado de Tae Chul y su suspiro hizo sonreír a los
demás.
— Cierra el pico Tae Chul, me estoy despidiendo de mi
pequeño.
— Oh Dios, está visto, estos dos son en realidad uno, porque
no hay manera de que puedan estar separados mucho tiempo. Creo que al final me
tendré que acabar casando con ambos, no hay duda. — Aquello hizo que los demás
chicos se empezasen a partir la caja, mientras Niel y Chin Hae se separaban y
lo miraban con ceño. — ¿Qué? Es la verdad. — Y se encogió de hombros como si
aquello fuese la mejor solución.
— Anda, mejor vámonos, porque parece que te has levantado
con el día tonto. — A pesar de que Chin Hae estaba molesta, él sonrió
divertido.
— ¡Espero volver a veros pronto, chicos! — Y salió de allí
sonriendo divertido, llevando las maletas, mientras Chin Hae lo empujaba para
diversión de de todos ellos, menos Niel, que suspiraba exasperado.
L.Joe estaba nervioso. Había
llamado a Cho Hee para asegurarse de que iban a ir a la sauna, y allí se
encontraba, esperándola a ella y su hermano. Hyun Sun se acercó enseguida a él.
Cada vez se mostraba más como un niño de su edad al casi adulto que había
conocido al principio. Le mostró una hoja con las excelentes notas que había
sacado en los últimos exámenes y el chico le prometió un regalo para
celebrarlo. El pequeño se negó diciendo que estaba contento por lo que había
logrado, y de nuevo, lo dejó a cuadros por lo maduro que podía llegar a ser
alguien tan joven.
Fueron a cenar. La mujer les
atendía feliz, como siempre. Cho Hee parecía bastante contenta aquella noche. L.Joe
creía que estaba yendo todo tan bien, que era imposible que la chica rechazase
la proposición que tenía que hacerle.
Cuando acabaron de cenar fueron
a charlar un rato en una de las salas, sentados en el suelo. No estaba seguro
de cuándo sacarle el tema, y fue dejando pasar tanto el tiempo, hasta que al
final, Hyun Sun acabó durmiéndose sobre sus piernas. Ahora era casi como si
estuvieran los dos solos.
—Pareces muy contenta hoy.
—Más que contenta, digamos que
tranquila. Con no tener… algunos problemas, estoy bien. Ha sido un día
relajado, Hyun Sun ha sacado muy buenas notas y además, hemos venido aquí a
verte—se sonrojó al darse cuenta de sus propias palabras—. Lo que quiero decir
es que… bueno ahora mismo eres… un gran amigo para ambos.
—Para mí también sois grandes amigos… y de eso precisamente
quería hablarte hoy…—se puso tenso. Era algo tan sencillo, pero por alguna
extraña razón no podía evitar ponerse nervioso.
—¿Sucede algo malo?—preguntó, seria. Él se sintió mal por
haber borrado la sonrisa que llevaba dibujada en el rostro desde que la había
visto llegar y relajó los músculos.
—Todo lo contrario. Quería pedirte una cosa… u ofrecerte, no
estoy muy seguro.
—No entiendo nada de lo que me estás tratando de decir.
—Resulta que en unos días vamos a celebrar el aniversario de
un amigo. Será una fiesta divertida y nos ha dicho que invitemos a quien
queramos. Así que yo había pensado en ti…—a medida que hablaba, se dio cuenta
de que su primera impresión de que ella no podía rechazar su petición era del
todo errónea. No había acabado de hablar, que Cho Hee ya se había puesto
pálida. Supo su respuesta al instante, y se preguntó qué tan malo era que la
pobre fuera a divertirse, como para reaccionar así ante la simple petición de
ir a una fiesta.
—Me pone muy contenta que me hayas ofrecido ir contigo pero…
verás…—estaba buscando algún tipo de excusa que ponerle para no hacerle sentir
mal.
—No quiero que me mientas. Puedo entender un no. Aunque, si
te soy sincero, me gustaría preguntarte el por qué… pero entiendo que quieras
mantener tu intimidad, yo mismo intento mantener la mía bastante protegida…
pero lo que no permitiré es que me mientas, Cho Hee. Al menos creo que tenemos
la suficiente confianza como para evitar eso.
—Tienes razón, lo siento… es que no quería que pensases lo
que no es.
—¿Pensar lo que no es?
—Que no voy por ti, o porque tenga algún problema contigo.
Todo lo contrario, ya te he dicho antes lo que significas para nosotros.
—Cho Hee en serio, no tienes por qué preocuparte. Lo
entiendo… ahora me gustaría ir a dormir.—se levantó de manera que no se
despertase Hyun Sun y lo cargó en brazos.
—Eh… yo me quedaré aquí un poco más, que no tengo sueño.—el
chico asintió, sin ganas de decir nada más. Le había afectado más de lo que se
esperaba ese rechazo. Le hacía preguntarse si tan poco le apetecía pasar más
rato con él. En realidad, el chico sabía a la perfección que había algo que le
impedía poder disfrutar de un poco de diversión, dándose tiempo para sí misma.
Y aunque intuía qué podía ser, no lo sabía a ciencia cierta y eso le ponía
todavía más nervioso.
A pesar de esos pensamientos, estaba tan cansado que en
cuanto se tumbó tras dejar al pequeño, se durmió al instante.
Por su parte, Cho Hee se había quedado en la sala, con las
piernas encogidas y la cabeza sobre éstas. Miraba el televisor que había allí
aunque en realidad no tenía ni idea de qué estaban emitiendo. Pasó más de media
hora en esa postura, meditando. De verdad quería ir con el chico, acompañarlo,
pasar más tiempo con él… pero tenía miedo de tener contacto con más gente. No
le había dicho que no por nada en particular, sino que el miedo era superior al
deseo…
Hubo algo en la pantalla que tenía delante de ella que le
hizo, por primera vez, reparar en la emisión. Estaban hablando de la vida de
los cantantes, mostrando vídeos de varios de ellos. Nunca le había interesado
la música actual, cantantes o famosos, ni había tenido tiempo para ello. Pero
de repente, el mismo chico con el que llevaba encontrándose en la sauna tanto
tiempo, aparecía bailando, sonriendo como nunca antes le había visto hacerlo.
Carismático, con fuerza. Parecía otro y a la vez, era él.
L.Joe. Acababan de ponerlo en la pantalla. Así dijo que le
llamaban, para evitar las bromas con su nombre real por ser el mismo que el de
un actor famoso. No podía creérselo, él nunca había mencionado ser famoso…
Se puso en pie, con los ojos cristalinos. No entendía qué
estaba sucediendo, ¿por qué de repente su único amigo era alguien amado por
miles de personas? Sintió que, sin estar allí siquiera, se convertía en alguien
lejano, se marchaba, cada vez más allá… no podría volver a alcanzarlo.
Se fue hasta donde el chico dormía. Miró a su hermano. No
podía despertarlo. Por eso, se sentó a su lado llorando en silencio. A primera
hora de la mañana, lo despertaría y se marcharían de allí dejando una nota.
Necesitaba aclarar sus pensamientos y sentimientos, los cuales de repente,
habían recibido un latigazo de profunda confusión.
Al despertar, L.Joe se dio cuenta de que estaba otra vez
solo, los hermanos se habían ido, no es que no estuviese acostumbrado a eso,
pero le gustaría que alguna vez al despertarse, ellos siguiesen allí para poder
desayunar juntos. Eso sería una buena manera de comenzar el día.
Al girar la cabeza se dio cuenta de que Cho Hee le había
dejado una nota, algo que le hizo sonreír, nunca estaba al comenzar el día,
pero sus notas siempre lo acompañaban. Se sentó, abrió la nota y la leyó:
“Sentimos
habernos ido antes, pero Hyun Sun tenía que entrar antes a clase. Pasa un buen
día y ya nos volveremos a ver. Cho Hee.”
Volvió a doblar la nota y una vez en los vestuarios, la
guardó en su cartera, como siempre hacía con todas las notas que le dejaba. Lo
que él no sabía es que la relación que habían mantenido hasta aquel momento
había dejado de existir, y que a partir de entonces le tocaría empezar a
recorrer un nuevo sendero lleno de dificultades.
Ese día grababan el último
Hello Baby, y se notaba en el ambiente. Los chicos no tenían los ánimos de
siempre a pesar de que las cosas en la compañía respecto a las sassaeng habían
mejorado. Sin embargo, se vieron obligados a disimular por el bien de los
niños. El programa había decidido que lo más emotivo sería despedirse en el
mismo lugar en el cual se habían conocido, por eso fueron hasta el parque donde
tuvo lugar el primer día de grabación. L.Joe y Niel parecían los que mejor
estaban llevando el asunto, cogiendo de la mano a los críos y llevándolos a los
toboganes. La primera parte de la grabación consistió sólo en eso, en pequeños
juegos y piques entre los pequeños y los adultos. Fue divertido y agradable y
estuvo lleno de risas.
Teen Top fue siendo llamado uno
por uno para explicar a una cámara sus opiniones respecto al programa y cómo
había evolucionado. Ninguno pudo obviar el gran cambio que había sufrido Zi Yu.
Al principio le costaba mucho relacionarse, era callado, tímido y le costaba
abrirse… y en aquellos momentos, jugaba con todos, riéndose y hablando en
coreano. Los padres también habían explicado lo beneficioso que había sido el programa
para él de cara a la escuela. Antes, era incapaz de entablar conversación con
sus compañeros por la barrera del idioma y su actitud, e incluso habían llegado
a meterse con él por ello. Sin embargo, en las últimas semanas había logrado
hacer amistades y aunque no podía hablar coreano con fluidez, encontraban otros
modos de comunicarse.
Amaia seguía siendo la tierna
niña del principio, llena de alegría y cariñosa. Pero había aprendido a no
centrarse sólo en Chunji o Changjo y relacionarse igual de bien con todos
ellos. Le gustaba en especial perseguir a C.A.P, porque él seguía sintiéndose
torpe con los pequeños, y la niña parecía encontrarlo gracioso cuando se ponía
nervioso. Aquella tarde estaba en especial pendiente de él y el joven jugaba y
respondía muy bien.
A medida que las horas pasaban,
los chicos se sentían más tristes, y tener que rememorar todas las vivencias
ante las cámaras no ayudaba. El que peor parecía estarlo llevando era Chunji. Y
ante la sorpresa de todos, fue Zi Yu quien se acercó a él y le preguntó qué le
sucedía. Eso le hizo reaccionar, y el chico mostró una de sus sonrisas más
amplias y le dijo que papá sólo estaba un poco cansado.
Hicieron un descanso para que
los niños merendasen. Había unas mesas cerca y fueron a sentarse allí. Los
chicos habían preparado bocadillos y fruta para los críos. Los pequeños se lo
comieron todo e incluso les dieron las gracias, ante lo cual Ricky no pudo
evitar abrazarlos.
Alguien del staff se acercó de
repente al líder y le entregó un sobre. El muchacho lo abrió y leyó que tenían
que pasar la última prueba. Ésta consistiría en hacer dos equipos con los niños
y encontrar por el parque unas monedas de colores. El equipo que más monedas
tuviera, ganaría y se le haría una sorpresa. Pero no sólo eso, sino que aunque
fueran los primeros en encontrarlas, la única manera de conseguirlas sería
respondiendo preguntas sobre el niño o niña de su equipo.
Así fue como Amaia acabó con
C.A.P, Changjo y L.Joe mientras que Zi Yu se iba con Chunji, Niel y Ricky.
Unos se fueron hacia la zona de
juegos, mientras los segundos se dirigían a la zona más verde del parque.
A los diez minutos, Amaia le
gritó a C.A.P quien la llevaba a hombros, haber visto una moneda verde sobre
una de las casetas. Se acercaron hasta allí y la niña alargó el brazo hasta
cogerla. La primera pregunta fue hecha.
—¿En qué año nació Amaia?—preguntó
una de las guionistas. C.A.P miró a L.Joe pero fue el pequeño del grupo quien
alzó la mano y respondió sin dudarlo.
—¡En el 2009! Mira que costaros
hasta hacer cuentas…—le musitó a sus compañeros cuando le dijeron que la
respuesta era válida. La niña pidió entonces ir a sus brazos y el chico la
acogió entre ellos, haciendo que su semblante cambiara.
Hasta entonces no se había dado
cuenta de verdad de cuán doloroso iba a ser tener que decirles adiós a los dos. No le gustaban las despedidas, y
aunque sabía que podía intentar seguir en contacto con ellos aunque fuera por
teléfono, aquella se le iba a hacer muy dura.
Siguieron buscando monedas. La
siguiente la localizó L.Joe. Era roja y estaba debajo de uno de los toboganes,
sobre la arena. Changjo se burló de él diciéndole que la había visto con tanta
facilidad porque era bajito y el otro le dio un puntapié en la espinilla.
—¿Cuál es el nombre completo de
la hermana mayor de Amaia?
—¡Cristina Fernández Lee!—respondieron
los tres a la vez, haciendo a la niña reír.
—¡Aquí hay otra moneda!—anunció
C.A.P. Era azul y estaba sobre el asiento de unos columpios. Prosiguieron la
búsqueda y fueron respondiendo a las preguntas, algunas con más dificultad que
otras. El que más se sabía era Changjo, que les volvió a echar en cara que no
hubieran sido capaces de investigar un poco a los pequeños, arrancando
carcajadas del equipo.
El otro equipo también estaba
encontrando bastantes monedas. La mayoría las veía Zi Yu, que tendía a ser muy
observador con su alrededor. Muchas de las preguntas que le hacían sobre el
pequeño estaban relacionadas con su vida en China. Por suerte Niel sabía
responderlas casi todas, y si no, lo hacía Chunji. Ricky se dejaba un poco
llevar por ellos y hacía tonterías para que el pequeño se lo pasara bien.
Poco después, ambos grupos se
reunieron. El grupo de Amaia ganaba por una moneda más. Les entregaron otro
sobre:
—En realidad, ambos grupos son
ganadores porque habéis sabido demostrar ser unos padres estupendos que conocen
muy bien a sus hijos. Por eso daos la vuelta y mirad al cielo.—así hicieron, y
de repente un montón de globos de colores comenzaron a ascender hacia arriba.
El equipo, mientras ellos alucinaban por el hermoso espectáculo, le dio unos
globos a los críos también, que sin entender muy bien qué estaba sucediendo los
repartieron entre sus padres y se quedaron uno para cada uno.
Chunji fue el primero en darse
la vuelta en cuanto Amaia le entregó su globo. No quería que los pequeños lo
vieran en llorando. Otro sobre fue entregado.
—Ahora es el momento de
despedirse—leyó C.A.P, y por unos segundos se le quebró la voz—. Podéis
dedicarles unas palabras de despedida antes de soltar los globos para que
asciendan todos juntos hacia un futuro mejor.
—Oh, por favor…—musitó Chunji
sin fuerzas. Parecía ser que aquellas palabras eran lo último que necesitaba
para agacharse en el suelo sin poder dejar de llorar. No fue consciente de que al
verlo así, lo único que lograba era hacer que Changjo, quien tenía a Amaia al
lado, se echase a llorar también. Intentó disimularlo, pero la pequeña le
estiró de la ropa para llamar su atención y cuando la obtuvo le preguntó qué
les pasaba. Changjo se ató el globo alrededor de la muñeca y la cogió en
brazos, intentando por todos los medios mantener las lágrimas dentro.
—Que hoy tenemos que decir
adiós y eso nos pone muy tristes.
—¿Adiós? ¿Por qué? Amaia se lo
pasa muy bien con los papás.—la inocencia e incomprensión de la pequeña no
eran, desde luego, de ninguna ayuda.
—Y nosotros con vosotros,
cariño.
—Papá, no estés triste…—dijo de
repente, rodeándole el cuello con sus brazos—Amaia no se irá a ningún lado.—añadió,
haciendo que Changjo llorase aún con más ímpetu. Se preguntó en qué maldito
momento había aceptado hacer ese programa y por qué nadie le había advertido de
lo duro que sería acabarlo.
Zi Yu, por su lado, no se
apartaba de L.Joe y no le soltaba la mano. Parecía estar entendiendo lo que
sucedía y no le gustaba para nada. Estaba sucediendo eso que el niño tanto
temía. La separación. Lo había vivido ya una vez y el resultado no había sido
para nada bueno. L.Joe, quien notó su pequeña mano temblar, se agachó a su
lado.
—Zi Yu, sólo es una pequeña
despedida. Volveremos a encontrarnos, pero… los papás tienen mucho trabajo. Y
tú tienes que seguir haciendo nuevos amigos.
—¡Pero no quiero nuevos amigos,
quiero a los papás!—el pequeño comenzó a llorar. L.Joe lo acercó a él,
abrazándolo con cariño.
—Zi Yu, eres un buen niño. Los
papás te quieren mucho, a ti y a Amaia. Estoy muy, muy contento de haberte
conocido. Muchas gracias por aparecer en mi vida.—sabía que esas palabras
serían incomprensibles para un niño pequeño, pero no podía evitar decirlas. Lo
abrazó con fuerza, hasta que el pequeño dejó de llorar.
—No quiero decir adiós otra
vez…—sollozó cuando se separaron. L.Joe le acarició la cabeza.
—Pues di hasta luego…
Al final, Ricky acabó llorando
con los otros dos también, cuando lanzaron los globos todos juntos y les
dedicaron algunas palabras para que los niños lo vieran cuando fueran grandes.
No fue nada fácil. Cuando los padres se acercaron para llevárselos, y los
pequeños agitaron la mano mientras se iban alejando, todo el grupo sintió el peso
de lo que estaba sucediendo. Una vez las cámaras se apagaron, felicitaron a
todo el mundo por el duro trabajo y el equipo se fue a cenar junto también para
dar fin al programa.
Dado que era una celebración,
permitieron a los chicos (mayores de edad) que consumieran algo de alcohol.
Pero estaban tan dedicados a la charla, que nadie fue capaz de darse cuenta de
que el líder estaba bebiendo más de lo que podía soportar. De repente, gruñó
algo que a causa de su lengua pastosa ninguno pudo identificar qué debía
significar. A continuación, lo que sucedió los dejó a todos tan sorprendidos
que ninguno fue capaz de actuar durante unos minutos y el silencio inundó la
mesa.
C.A.P había sido el que más
dificultad tenía para relacionarse con Amaia y Zi Yu. Aunque al final lo había
logrado, y pudo jugar y entenderlos, a pesar de seguir siendo el que se
mantenía un poco al margen. Y siempre se hacía el duro, como si las cosas no le
afectasen del todo. Por eso, verle llorar con aquella desesperación causó a
todos tal impresión que dejaron de comer.
Niel fue el primero en
acercarse a él y darle unos golpes de ánimo en la espalda, diciéndole que no
estuviera triste. Poco a poco el resto del grupo se unió a intentar animar al
líder, pero éste estaba tan borracho que no atendía a razones y sólo se calmó
cuando el cuerpo no le aguantó más y cayó a un lado, dormido. El mánager tuvo
que cogerlo en brazos con ayuda de un cámara y llevarlo hasta el coche para que
descansara mientras los demás seguían cenando.
Al día siguiente, suplicaría a
todos que no fueran contando lo que le había sucedido, muerto de la vergüenza y
con un inmenso dolor de cabeza.
Llegó el sábado y por lo tanto, también la
fiesta de cumpleaños de Niel. Tendría lugar en el reservado de un restaurante,
pues creyeron que la ocasión, no sólo el aniversario, sino también el descubrir
a las sasaengs que habían estado dándoles tantos dolores de cabeza, lo merecía.
A parte de Teen Top, también acudieron las noonas de casi todos, al igual que
trabajadores de la agencia, y su grupo hermano, 100%.
Mientras se llevaban a cabo las
presentaciones, hubo una sorpresa. El encuentro entre Sung Jun y Hee Young.
Ambas se conocían, puesto que ambas trabajaban en el mismo hospital. Fue un
momento divertido, para ambas, aunque tanto CAP como Changjo tardaron algo más
en recuperarse, lo que ocasionó bromas por parte de los demás miembros del
grupo. Ante las protestas de ambos por las bromas, las noonas dieron muestra de
sus fuertes personalidades cortando las bromas de raíz. Los dos jóvenes se
mostraron ufanos y pasaron al ataque, pero tras recibir sendos pescozones por
parte de las mujeres, decidieron callarse y poner pies en polvorosa.
La fiesta comenzó de manera oficial y todos empezaron a
comer y beber mientras se formaban corrillos aquí y allá. Aunque hubo uno que
preocupó bastante a los chicos, y es que sus noonas estaban juntas y a saber lo
que podían estar contándose.
— Creo que no ha sido muy buena idea juntarlas. A saber lo
que nos pasará a partir de ahora. — Ricky se frotaba el cuello atemorizado,
mientras Changjo asentía apesadumbrado en silencio.
— ¿Se puede saber qué os pasa? — Sanghoon, el maknae de 100%
se había acercado a ellos presa de la curiosidad al verlos tan cariacontecidos.
— Nuestras noonas están ahí, juntas, y tememos que nosotros
seamos el tema de conversación. A saber lo que se pueden estar contando, y lo
que nos deparará esa charla. — El miedo de Changjo era patente y a Sanghoon se
le borró la sonrisa.
— Mal asunto. Vale más que salgáis huyendo, porque cuando a
una noona le da por ponerse en plan mandona es horrible. Aunque en vuestro caso
es peor. Se han juntado unas cuantas y no os dejarán ni a sol ni a sombra. —
Sanghoon sufrió un escalofrío sólo de pensar en todo lo que podía ocurrir.
— Será mejor que intentemos divertirnos, porque con las miradas
que nos están lanzando… — Dejó la frase sin acabar y salieron en desbandada
para evitar que fuesen a por ellos.
Mientras tanto, Niel que estaba sirviéndose bebida recordó
la escena del planetario y decidió ir a preguntarle a Minwoo. Éste estaba
hablando con una de las estilistas de su grupo, con la que parecía llevarse muy
bien.
— Hyung.
— Niel, ¿qué sucede? — Minwoo le sonrió y vio cómo la
estilista se alejaba para ir a hablar con otras compañeras.
— ¿Conoces a la doctora Kim Jin Joo? — Minwoo se quedó
pensativo, pero lo que no sabían, es que había alguien muy cerca que reaccionó
al escuchar ese nombre y empezaba a prestar mucha atención a la conversación.
— ¿Doctora Kim Jin Joo? — Niel asintió en silencio. — Kim
Jin Joo… Kim Jin Joo… — Lo vio intentar recordar durante un momento, hasta que
al final volvió a centrar su atención en él. — No, no me suena de nada ese
nombre, ¿por qué? — La persona que los estaba escuchando sonrió con desprecio,
pero escondió su sonrisa con el vaso que tenía entre las manos. Al mismo
tiempo, bajó los párpados para que nadie viese su mirada.
— Porque ella sí parece conocerte, y al parecer muy bien. Lo
mismo que el hombre que la acompañaba. —Aquello sorprendió a Minwoo.
— ¿Un hombre y una mujer que me conocen pero yo no conozco?
— Aquello estaba empezando a alarmarlo.
— Sí, los dos trabajan en el planetario donde se hizo la
grabación del programa con los niños el otro día. Cuando nos íbamos, él se
acercó a ella y le dijo que menos mal que no habías sido tú el que acudió allí,
sino nosotros, porque el reencuentro habría sido difícil. — Niel lo miraba
interrogante, mientras que Minwoo estaba totalmente desconcertado.
— ¿Qué le contestó ella? ¿Llegaste a escucharlo?
— Pues que hubiese sentido lo mismo que con nosotros, es
decir, nada.
Niel vio cómo Minwoo palidecía y seguía intentando recordar,
pero no lo lograba.
— Hyung, ¿estás totalmente seguro de que no la conoces? —
Niel se estaba preocupando. Allí pasaba algo raro.
— Sí, seguro. ¿Lograste escuchar el nombre de él?
— No, y sólo pude ver su espalda. Es alto y lleva el pelo
corto, es lo único que sé.
— Pues tendré que ir allí a investigar para saber quiénes
son esas dos personas, ¿no te parece? — Aunque trataba de sonar divertido, se
notaba su preocupación. — Venga, dejemos de hablar de mí y divirtámonos, es tu
fiesta de cumpleaños.
— Si tú supieras… — El aludido y su compañero no pudieron
escuchar esto, porque fue dicho en voz muy baja mientras se alejaba de allí.
La fiesta continuó y tras una hora de diversión, llegó la
tarta. Se apagaron las luces, quedando el reservado iluminado tan solo por la
luz de las velas, mientras que tanto amigos como compañeros de la empresa le
cantaron “Cumpleaños feliz”. Al final hubo un estruendoso aplauso mientras Niel
soplaba las velas tras pedir su deseo.
— Rockhyun, Minwoo, ¿se puede saber por qué sonreís así? —
La estilista que antes había estado hablando con Minwoo había acabado sentada a
su lado.
— Coordi Kim, — Minwoo se había inclinado hacia ella para
que nadie aparte de ellos tres se enterasen de qué iba el tema — ¿es que no has
prestado atención a dos de los invitados? — Su sonrisa sibilina la hizo fruncir
el ceño.
— ¿Qué? ¿Invitados? ¿A qué te refieres?
— Noona, — fue el turno de Rockhyun de llamar su atención—
tanto a Changjo como a Chunji les gustan sus noonas… como mujeres. — Su
diversión fue mayor al ver la sorpresa e incredulidad en el rostro de la mujer.
— ¿Qué? — Miró a ambos muchachos con disimulo pero prestando
atención. Y entonces pudo ver lo que antes se le había pasado por alto. La
forma en que las miraban cuando ellas no se percataban, no era la de un
donseng, era la de un hombre. — Vaya, vaya, vaya, esto se ha puesto muy
interesante. — Su diversión era más que patente.
— Y más que se va a poner, créenos. Pero hay que esperar a que
afloje un poco el número de personas. — La mujer alternó la mirada entre los
dos amigos y se dio cuenta de que ya habían tramado algo sin que ella lo
supiese.
La fiesta prosiguió sin que los aludidos se enterasen de
nada, y poco a poco gran parte de los asistentes se fueron yendo, quedando tan
solo los dos grupos, las noonas y algunas estilistas.
Rockhyun y Minwoo se acercaron a hablar con las noonas, que
a verlos, les sonrieron con calidez.
— ¿Podemos sentarnos? — Minwoo les dedicó una de esas
sonrisas que capaces de derretir un bloque de hielo y no tardó en obtener la
respuesta deseada.
— Sentaos, aunque no nos hacemos responsables de que podáis
acabar recibiendo algún pescozón si no os portáis bien. — Aquello provocó un
coro de risas, lo que atrajo la atención del resto de chicos, que se acercaron
a ver qué estaba pasando allí.
— Eres Kang Sung Jun,
¿verdad? La noona de CAP.
— Sí, lo soy. — La aludida sonrió con aplomo. Él era mayor
que ella, pero eso le daba igual. Se quedó en silencio, mirándolo de frente,
sonriendo con suficiencia, lo que hizo que CAP sonriese orgulloso.
— Encantado. Yo soy…
— Sí, lo sabemos, no hacen falta presentaciones ni ponernos
en plan formal. Vete al grano y habla sin cortapisas.
— Con razón Changjo es tan descarado. Con una noona como tú
es imposible no espabilar. — Rockhyun sonrió divertido, mientras que Minwoo
veía que estaba perdiendo terreno.
— Así se habla noona. Pon en su sitio a este mujeriego. —
Changjo sonreía con sorna, mientras que su voz estaba llena de orgullo por Hee
Young.
— ¡Eh, que no soy ningún mujeriego! — Minwoo se había vuelto
hacia Changjo para recriminarle esa acusación.
— Sí que lo eres. Te encanta que todas las mujeres te
presten atención. Y para colmo de males sabes usar tu físico y tu encanto. — Esta
vez el ataque provino por parte de Niel.
— Yo no tengo la culpa… — Aunque no pudo continuar porque se
vio interrumpido por Hwa Young.
— Vamos, vamos, haya paz chicos, que no quiero tener que
acabar trabajando en mis horas libres. — Su tono jocoso los hizo sonreír.
— Noona, nunca fallas. — Chunji le sonrió con cariño y ella
le correspondió con una pequeña inclinación de la cabeza.
— Noonas, — Rockhyun fue el encargado de proseguir con el
plan, puesto que Minwoo estaba sufriendo una derrota sin paliativos — ¿habéis
visto los programas en los que salió Teen Top?
— Yo los he visto todos. — Na Na fue la primera en
responder, y tras ella respondieron las demás de manera idéntica.
— ¿Y cuál fue vuestro momento favorito? — Las miró a todas y
tras un momento de pensar, se miraron entre ellas y sonrieron con malicia.
— Todos aquellos en los que había el juego del pepero o de
los papeles que se tenían que pasar de boca en boca. — De nuevo Na Na fue la
que respondió, mientras empezaba a reírse.
— Estoy de acuerdo con ella. Qué grandes momentos hubo. — La
sorna de Sung Jun y la diversión del resto, hizo que todos ellos empezasen a
rezongar enfadados por haber elegido precisamente esos momentos. El enfado
aumentó porque el resto de componentes de 100% se unieron a las risas.
— Vale, vale, vale. Dejemos esos momentos embarazosos de
lado, ¿de acuerdo? — Todos miraron a Minwoo, que estaba serio, aunque poco a
poco fue sonriendo con malicia. — ¿Qué os parecería si repitiésemos el juego
del pepero, aquí, para que lo vieseis en directo? — Vio cómo todo Teen Top lo
miraba como si se hubiese vuelto loco, mientras que sus compañeros de 100%
aplaudían apoyándolo.
— Oh vamos, nos os molestéis. Tampoco será la primera vez
que lo hagáis. — Sung Jun se lo estaba pasando en grande.
— Oh vamos, noona… — El tono quejumbroso de Min Soo no
consiguió conmoverla.
— Pero esta vez no tendrá que ser todo chico – chico. — Lo
dicho por Rockhyun atrajo las miradas de todos. — Esta vez las noonas también
participarán en este juego.
Aquello no les gustó a ellas, que empezaron a protestar
diciendo que no, pero al final, entre las presiones de unos y las
recriminaciones de otros, tuvieron que acabar cediendo.
— Bien, ahora que ellas han aceptado participar, podemos
empezar con las parejas. — Minwoo los miró a todos hasta acabar centrando su
mirada en su objetivo. — Hwa Young, ¿serás mi pareja? — Aquello la pilló por
sorpresa. Se sonrojó, miró a Chunji, que tenía el ceño fruncido, porque aquello
no le gustaba nada. No quería verla con Minwoo, pero al final decidió no
hacerle caso.
— Está bien, lo seré. — Se levantó y Minwoo acudió a
buscarla a su sitio, llevándola al centro, cogida del brazo.
Chansub, otro de los componentes de 100% se apresuró a
entrar en acción y decidió jugarles una mala pasada a Ricky.
— Na Na noona, ¿serás mi compañera? — Por toda respuesta,
ella se levantó y fue hasta situarse a su lado mientras sonreía divertida.
— Sung Jun noona, ¿me harías el favor de ser mi compañera? —
Jonghwan entró en acción, dejando a CAP boquiabierto ante aquella petición.
— Min Soo, cierra la boca, que no quiero tener que encajarte
la mandíbula aquí mismo. — Aquella burla de su noona lo hizo recuperar el
sentido enseguida.
— Noona. — Ricky se dirigió a Chin Hae, a la que le puso
carita de gatito abandonado y ella poniendo los ojos en blanco cedió.
— Esa carita tuya es un maldito peligro. No se te puede
negar nada. — La recriminación lo hizo sonreír divertido.
— Noona, tú conmigo. — Changjo se había apresurado a
abrazarse a Hee Young con fuerza.
— Jong Hyun, como no me sueltes me vas a asfixiar. Y
entonces ni pepero ni leches, así que suéltame. — Lo escuchó rezongar molesto y
ella suspiró exasperada. — Seré tu pareja, tranquilo. — Eso lo hizo sonreír
aliviado.
— Por cierto, hay algo que me encantaría ver. — Chin Hae
atrajo la atención y los miró con una sonrisa de falsa inocencia, lo que hizo
que los desparejados sintiesen un escalofrío por la espalda. — Me gustaría
formar dos de las parejas de chicos. — Aquello los hizo querer salir corriendo,
pero no les quedaba más remedio que ceder. — Una de ellas estará formada por
Niel y Rockhyun y la otra por Chunji y Chanyong.
Aquella propuesta provocó una ronda de aplausos y apoyos
entusiastas por parte de las parejas ya formadas. Y a los afectados no les
quedó más remedio que ceder, aunque de mala gana.
— Está bien, pues Hyukjin y yo ejerceremos de jueces. — Un
satisfecho Sanghoon les sonreía feliz por haberse librado de formar pareja con
alguno de sus compañeros.
— Sí, en los programas siempre hay presentadores, así que
nosotros lo seremos de esta edición especial, y al mismo tiempo seremos lo
jueces. — Hyukjin le pasó un brazo por el hombro a Sanghoon y asintió para dar
énfasis a su declaración.
— Formad una línea. — Sanghoon les hizo un gesto para que lo
hiciesen, mientras Hyukjin iba a por los peperos.
— ¿Quién de vosotros comenzará? — Hyukjin, los miró a todos
esperando a que alguien diese el primer paso.
— Nosotros. — Minwoo sonrió ufano mientras llevaba a Hwa
Young de la mano, lo que provocó una mirada asesina por parte de Chunji. Y eso
no se les pasó por alto a ninguno los implicados en aquella pequeña
conspiración.
— ¿Cuál quieres? — Hwa Young lo miraba entre divertida y
abochornada.
— El que no va cubierto es el más fácil. — Minwoo y ella no
rompían el contacto ocular y eso estaba enfureciendo a Chunji.
— Está bien, pues entonces a por el normal. — Hwa Young
cogió uno y se lo puso entre los dientes, dejando el trozo mínimo
imprescindible para que no se cayese.
Minwoo se acercó a ella, la agarró por la cintura y el
cuello y la colocó en la posición adecuada para que él pudiese coger el pepero
sin dificultad. Esto provocó silbidos y alguna que otra broma.
Tras dar Sanghoon la señal de comienzo, Minwoo comenzó a
acercarse más y más a medida que se comía el pepero, hasta que al final se
quedó a apenas un par de milímetros de los labios de Hwa Young, que sonreía
divertida.
— Creo que ganaremos. — Ella estaba ufana, aunque si hubiese
mirado a Chunji su diversión se habría arruinado.
Tras ellos les tocó el turno a Niel y Rockhyun, que a pesar
de los deseos de ellas, no llegaron al límite de Minwoo y Hwa Young.
Y así fueron pasando pareja tras pareja dando momentos muy
divertidos.
El juego lo cerraron Changjo y Hee Young.
— Bueno, cuanto antes
empecemos, antes acabaremos. — Una resignada Hee Young cogió la barrita de
galleta y se la puso entre los dientes, mientras Changjo la miraba con mala
cara. — Qué quieres, es más divertido verlo que ser la protagonista.
— Déjate de chácharas y vamos a ello noona. — Changjo estaba
serio y decepcionado por la reacción que había tenido ella. Pero estaba
dispuesto a dejarle un recuerdo memorable.
La agarró de la misma manera en que lo había hecho Minwoo
con Hwa Young y la miró con seriedad, antes de de empezar a la señal de
Sanghoon. Se iba acercando y aunque ella trataba de soltarse, no podía, porque
él la ganaba en fuerza. El resultado fue que la acabó besando en los labios de
manera rápida, porque ya no había excusa posible.
Los demás prorrumpieron en vítores y aplausos, mientras que
Hee Young se ponía roja como un tomate.
— Creo que hemos ganado. — Changjo la miraba son suficiencia
y orgulloso por lo que había logrado. Le había robado un beso a traición.
Aunque la reacción de Hee Young fue pegarle un pescozón que lo hizo lamentarse como
si de un niño pequeño se tratase.
— Te está bien merecido, porque no se puede hacer cualquier
cosa por ganar. Por cierto, — se volvió hacia Sanghoon — ¿hemos ganado?
— Sí, apenas queda galleta. — Se estaba divirtiendo cosa
mala, y eso exasperó a Hee Young que a punto estuvo de arrearle también un
pescozón.
Adoro este fic y solo por eso me cubriré de paciencia hasta que regresen. Éxitos en los nuevos proyectos que tengan planteados y aquí estará su fiel lectora esperando su regreso. Les mando un saludo afectuoso y mi admiración desde Venezuela!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias <3
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