domingo, 13 de octubre de 2013

[SUPER JUNIOR + MBLAQ] Manos de pianista capítulo 8. Final.

Por @Ari2PMAM

No sacar ni publicar en otros lugares sin permiso de la autora y los respectivos créditos.

Capítulo 8:



Durante otros tres días debido al trabajo agotador que tenían, sólo pudieron llamar a Hong Ki, que negó saber nada sobre Heechul. Así que esperaron a que llegasen los programas a los que tendrían que asistir para pillarlo por banda y sacarle información.

            Mientras, Inma seguía llevando su mismo ritmo de vida, como si Heechul no hubiese entrado nunca en ella y no preguntaba si había noticias cuando Mir la llamaba o daban clases pero él sabía que por dentro estaba pasándolo mal, porque quería una explicación para su comportamiento.



            Finalmente, una tarde, MBLAQ y FT. Island tenían que asistir al mismo programa de variedades, por lo que Mir vio la ocasión perfecta para atrapar a Hong Ki ayudado por Joon. Antes del programa y durante su retransmisión, todo fue de lo más natural, así que Hong Ki estuvo muy tranquilo, tanto, que a la salida del programa y cuando se dirigían a las caravanas, le sonó el móvil y al ver el identificador, contestó sin antes cerciorarse de si había alguien observando. Antes de que se diese cuenta, Mir le había arrebatado el móvil y miró el identificador, al ver que era Heechul, lo miró en silencio enarcando una ceja pidiendo explicaciones. Le devolvió el teléfono y esperó a que terminase de hablar, pero sin dejarle ir. Como no terminaba de entrar a la caravana, los demás se asomaron y Hong Ki les hizo el gesto de que se fuesen, señalando que él se iría con Mir y Joon. Se despidieron y se fueron sin más preguntas.

            Cuando terminó de hablar, cerró los ojos y suspiró derrotado esperando el interrogatorio.

            — Dinos dónde está Heechul, porque está más claro que el agua, que tienes toda la información sobre dónde y cómo está, porque sino, no te habrías mostrado tan tranquilo al hablar con él. — El tono mordaz de Mir era tan corrosivo como el ácido sulfúrico.

            — Maldita sea ¿es que no puede irse a pensar cuando está agobiado sin que os metáis todos por medio? — Ahora era Hong Ki era el que contraatacaba con desprecio

            — Me da igual lo que haga con su vida, mientras las personas a las que quiero no se vean afectadas por ello. — Mir ya no podía más y estaba muy cabreado, por lo que Joon tuvo que sujetarlo y serenarlo.

            — Chul Yong, recuerda dónde estamos y que cualquiera nos puede ver y descubrirse todo el pastel— Su tono bajo y admonitorio le hizo respirar profundamente y calmarse— Será mejor que vengas con nosotros, el resto de nuestro grupo está esperando y en cuanto lleguemos a nuestra casa, cogeremos uno de los coches e iremos en busca de Heechul. — Los dos se lo quedaron mirando azorados— Si pensáis que os dejaré ir solos estáis locos, alguien tiene que ir que logre mantener la cabeza fría para que no acabéis otra vez a palos y en el hospital. Ahora vamos de una vez, no podemos perder más tiempo. — Su tono imperativo hizo que los otros dos lo siguiesen. Al resto del grupo les extrañó ver a Hong Ki pero dijeron que tenían planeado hacer un viaje y que por eso se iba con ellos. Hicieron más preguntas pero dijeron que era una sorpresa. Joon, haciendo el tonto consiguió distraer la atención del asunto y el resto del viaje transcurrió entre bromas y risas. En cuanto llegaron a la zona donde vivían, se cambiaron y cogieron un coche para dirigirse a un pequeño pueblo a unos ciento veinte kilómetros de Seúl, cerca de las montañas, donde Heechul se había ido a refugiar.

            Al principio, el viaje transcurrió en un silencio tenso pero luego Hong Ki le pidió a Mir que le explicase qué era lo que estaba pasando, porque él apenas sabía nada y al ver que tanto Leeteuk hyung como ellos estaban metidos en el asunto, tenía que ser algo muy importante. Al principio Mir se negó a contestar a su pregunta diciéndole que no le importaba pero Hong Ki jugó la carta ganadora.

            — ¿Es que crees que Heechul hyung te escuchará? Por si no lo recuerdas, de los tres aquí presentes, el único que lo puede dominar y hacer que entre en razón, soy yo. Así que más te vale que me pongas al día si quieres que te ayude a que ese problema se resuelva. — Estaba enfadado, porque querían utilizarlo como una marioneta y no estaba dispuesto a ello, así que Mir, rezongando le contó toda la historia, haciendo que Hong Ki se quedase estupefacto durante unos minutos, mientras asimilaba toda la información.

            — No os preocupéis, os ayudaré a resolverlo todo. Hyung desde luego está ciego y yo le abriré los ojos. — Y sin decir más, se quedaron en silencio durante el resto del viaje.

            Al llegar, Hong Ki los llevó a la casa donde se alojaba Heechul, que estaba a las afueras del pueblo y que era de un diseño tradicional.

            — ¡Hyung! ¿Dónde estás? — Estaban en el patio de la casa, esperando que ante el grito de Hong Ki, apareciese Heechul y no tuvieron que esperar mucho hasta que este apareció con una sonrisa, que enseguida se le borró al ver que estaba acompañado. — Lo siento, me descubrieron y no tuve más remedio que traerlos.

            — Ya veo— No dijo nada más y se los quedó mirando en silencio

            — ¿Es que no piensas dar la cara en lo que te resta de vida? — A Mir le hervía la sangre y la furia estaba empezando a dominarlo. Empezó a caminar hacia él con las manos convertidas en puños pero para evitar que acabasen otra vez a golpes, Joon lo sujetó, mientras que Hong Ki se fue corriendo a por Heechul, para evitar que agarrase a Mir y lo arrastró hasta el interior de la casa, llevándolo a una de las habitaciones más alejadas.

            — Hyung, durante todo este tiempo respeté tu deseo de intimidad después de la pelea pero creo que es hora de que enfrentes las cosas. Mir me puso al tanto de todo durante el viaje hasta aquí y tengo que decirte que tiene toda la razón. — Su tono era suave y persuasivo. — Vamos, no creo que seas un cobarde al que le dé miedo enfrentarse al mundo. Nunca lo fuiste como para serlo ahora. ¿Qué problema puede haber? Por lo que sé es una gran mujer y desde luego serás tonto si la dejas escapar— Estaba siendo paternalista intentando hacerle ver lo absurdo de la situación.

            — ¿Qué problema puede haber? Muy fácil, que mi familia la rechace por haber estado enferma, que la prensa la encuentre y le haga la vida imposible, que las fans la conozcan y le hagan daño. Por eso es mejor que me mantenga alejado de ella, para que no sufra. Está mejor sin mí. — Su amargura y su autoconvencimiento sobre que estaba mejor sola dejó asombrado a Hong Ki que no se podía creer lo que estaba viendo de su hyung, así que decidió ponerse en plan duro.

            — Me equivocaba, eres un maldito cobarde. El Heechul que conocía haría frente a todo eso sin arredrarse ante nada y se ocuparía de que nada le pasase a sus seres queridos. Ahora sólo te regodeas en la parte mala de nuestro mundo y de nuestra sociedad para eludir lo que estás ansiando de verdad pero no te atreves a tener. La amas, es así de claro pero has dejado de ser ese hyung al que admiraba. El que se ponía el mundo por montera, al que le daba igual lo que pudiesen decir de él, el que siempre decía lo que pensaba ¿no fuiste tú el que se peló para defender a Hang Kyung cuando se metían con él por ser chino? — Hong Ki lo miraba cabreado y respirando con fuerza— ¿Acaso sabes el dolor infernal que pasas cuando hieres a alguien que quieres con toda tu alma y que casi pierdes por un comportamiento estúpido? ¿Es que acaso no recuerdas cómo lo pasé cuando le hice todo aquel daño a mi madre? Viste lo deshecho que estaba y me ayudaste a salir adelante, tiraste de mí. Pero es el día de hoy que sigo sintiéndome avergonzado por ello. — Heechul seguía esquivando su mirada, así que Hong Ki lo agarró por la pechera, haciendo que sus caras estuviesen a apenas unos centímetros— Maldita sea, sé un hombre y afronta las cosas como lo hacías antes. Vuelve a ser ese Heechul que todos admirábamos. Deja de dar excusas estúpidas ni que tú mismo te crees y regresa ahora mismo a  Seúl para pedirle perdón a la mujer que amas, porque te advierto, sino luchas ahora por ella, puede que al final, Mir te la acabe quitando y que pierdas la única oportunidad de encontrar la verdadera felicidad a su lado. Y ahora respóndeme ¿acaso te gustaría que fuese Mir el que se acostase con ella todas las noches, el que le diese placer, el que le diese hijos, el que la hiciese reír? — Se calló y vio que Heechul empezaba a respirar con fuerza y que la furia se apoderaba de él pero seguía sin responder. Hong Ki sonrió de medio lado— Ya veo que no, Tienes dos minutos para recogerlo todo. No me sigas decepcionando hyung. — Y soltándolo con un empujón lo dejó allí para que rumiase las ideas que había plantado en su mente. Sabía que aquello daría resultado. Si había algo que Heechul odiaba, era perder aquello que quería y sabía que en el fondo, seguía estando su hyung luchador, que no dejaba que nadie lo derrotase.




Al salir solo, Mir y Joon se lo quedaron mirando con los ojos muy abiertos. Fue Joon el que consiguió reaccionar primero, porque Mir estaba volviendo a enfurecerse.

            — No conseguiste convencerlo.

            — Tranquilos, me aseguré de que venga con nosotros. Está recogiendo sus cosas. En un par de minutos estará aquí. — Y sonriendo con confianza, se sentó en la plataforma de madera a esperar y sin equivocarse, a los dos minutos, Heechul estaba allí bolsa en mano. — Bien, es hora de que regresemos. Aunque será mejor que Mir se siente delante conmigo, mientras Joon va detrás con Heechul hyung, que no quiero que os matéis por el camino. — Los miró con condescendencia, mientras su tono era sardónico y en silencio se fueron al coche e iniciaron el regreso a Seúl.

            El viaje transcurrió en silencio hasta casi llegar a Seúl, momento en que Heechul hizo por fin la pregunta que le llevaba carcomiendo un montón de tiempo.

            — ¿Cómo está Inma? — Su tono era suave pero se notaba que estaba avergonzado y que le costaba mucho trabajo hacerla.

            — Pregúntaselo cuando la veas— El tono seco y cortante de Mir hizo que no preguntase nada más, porque no estaba dispuesto a caer en ese juego de pedirle perdón a él por lo que había pasado con ella.

            Dejaron a Heechul en su casa y luego a Hong Ki, para irse finalmente a su casa.

            — Hoy hemos tenido un día muy ajetreado. Como sigamos así no sé cómo llegaremos a las presentaciones. — Joon lo miró sonriendo y trataba de bromear con él para que se relajase y se olvidase por ese día del tema de Heechul.

            — Gracias— Mir lo miraba con cariño y el tono suave en que lo dijo hizo que Joon, lo cogiese por el hombro y se encaminasen hacia la casa.

            — Donseng, será mejor que te acuestes ya, creo que tu cerebro empieza a fallar— Y tras ese tono bromista, Joon pedía en silencio que todo saliese bien y que no sufriese.



            Esa noche, Mir llamó a Inma pero no le dijo nada sobre la vuelta de Heechul, ya que no quería darle falsas esperanzas por si acaso. Esperaría unos días y sino pasaba nada, volvería a tomar cartas en el asunto.



Dos días más tarde, Inma iba con Jo Wook camino de la cafetería, cuando de repente, al llegar cerca del auditorio, empezó a sonar “Claro de Luna” de Beethoven 

 
 Inma lo miró extrañada y se acercaron a mirar quién podía ser. Al entrar y ver quién era, quiso salir pero Jo Wook cerró con llave.
            — Perdóname Inma, pero Heechul hyung me pidió que le ayudase a pedirte disculpas. No te enfades conmigo y escúchalo por favor. Me voy pero cuando hyung me llame, volveré para abrir.

            Inma bufó furiosa por aquella trampa que le habían tendido. No tenía salida y lo sabía, así que más le valía acabar rápido con aquello para largarse y no verlo más. A regañadientes se fue acercando al escenario y subió para no tener que mirarlo desde abajo. Se puso al otro extremo del piano y le observó tocar en silencio. Lo hacía realmente bien y sus manos eran grandes y con dedos largos y finos, lo que se llamaba siempre, manos de pianista. De vez en cuando levantaba la mirada y en esos momentos ella se sentía como la noche en que se acostaron pero no estaba dispuesta a rendirse ante él de nuevo. Finalmente la interpretación llegó a su final y el silencio se instaló entre ellos dos mientras se miraban. De repente, el Heechul con un ego más grande que Corea volvió a hacer su aparición.

            — ¿No hay un aplauso para mi gran interpretación? ¿No me vas a decir qué te pareció?— Estaba intentando ser divertido para distender el ambiente, aunque en el fondo estaba muy inseguro por cómo lo trataría ella pero no quería que lo notase.

            — Has tenido que pasar por un entrenamiento de años y muy duro, así que es lógico que sepas tocar el piano. Que no lo sepas hacer con la maestría de un pianista profesional es lógico. Además, tienes manos de pianista, lo que ayuda bastante a la hora de poder tocar un piano. — Su tono era desapasionado, como si estuviese hablando del tiempo. Su postura rígida y su mirada fría lo dejaron descolocado.

            Él se levantó del banco y se acercó despacio a ella, sin perder en ningún momento el contacto visual, hasta quedarse apenas a un paso de distancia. Alargó sus manos para coger las de ella, pero se lo impidió y las dejó caer a un lado con un suspiro de frustración.

            — No me extraña que no quieras que te toque después de cómo te dejé. — Se llevó una de sus manos a la parte de atrás de la cabeza y empezó a frotársela, mientras permanecía en silencio tratando de decir lo que quería— Yaish. Esto no me resulta nada fácil, la verdad— Se lo dijo con una sonrisa torcida carente de humor y volvió a guardar silencio.

            — Lo que tengas que decir, dímelo de una vez y acabemos para seguir cada uno con nuestros planes. — El tono glacial de Inma lo dejó tan azorado que sólo la pudo mirar sin pestañear durante un minuto hasta que se recompuso.

            — Bueno, verás… — Ahora tenía sus manos en los bolsillos traseros del pantalón, mientras no dejaba de pensar en cómo disculparse en condiciones y que ella lo perdonase— El día que fui a tu casa a pedirte perdón no tenía pensado que las cosas acabasen así. — Guardó silencio recordando esa noche y su sangre empezó a hervir nuevamente y vio cómo ella, a pesar de tratar de disimularlo, enrojecía y su mirada se turbaba ante la mención de esa noche, lo que le hizo sonreír interiormente de satisfacción. — Sólo quería disculparme por cómo te había tratado. Bueno, ya te pedí disculpas por todo aquello, así que lo sabes. — Ahora estaba molesto porque no sabía cómo encarar lo que se le venía encima. Al principio había estado muy confiado y animado por los ánimos que le dieron Jo Wook, Leeteuk y HongKi pero ahora se encontraba desarmado ante ella. — Tengo que decirte que no me arrepiento para nada de que nos acostásemos y que para mí fue la mejor experiencia de mi vida pero al mismo tiempo me dejó tan desnudo ante la realidad de mi vida que me asusté y huí como un cobarde. — De nuevo guardó silencio analizando la reacción de ella, que fue la de sonrojarse tanto que parecía un tomate. Vio cómo su respiración se aceleraba y desviaba la mirada. Además, empezó a frotar las manos contra el pantalón, lo que le dio confianza para seguir. — Debería de haberte dejado una nota pidiéndote tiempo, que confiases en mí o haberte llamado pero no pensé en ningún momento en cómo te podrías sentir, fui un maldito egoísta, al pensar sólo en mí. — Sonrió sin humor y su tono era mordaz, se recriminaba el no haber actuado como un hombre y se arrepentía. — Puede que sea demasiado tarde, puede que no quieras volver a saber nada de mí, pero es que en esos momentos no era el Heechul de hacía unos años. — Su tono suave y bajo reflejaba mucho pesar y suspiró derrotado. — Tenía miedo porque era débil— de nuevo el silencio y vio cómo ella lo miraba interrogante, ante lo que él sonrió sin humor. — No sé en qué momento dejé de ser el Heechul que era al principio para dejarme llevar sin luchar y debido a eso te puedo perder. — Carraspeó y empezó a pasearse arriba y abajo durante un momento antes de volver a tener las fuerzas suficientes para continuar. — ¿Sabías que Mir revolvió cielo y tierra hasta dar conmigo? — Inma abrió los ojos de manera desmesurada y tragó saliva procesando lo que le acababa de decir y él sonrió con pesar. — Se dio cuenta de que sólo Hong Ki podría saber dónde estaba, así que lo estuvieron vigilando hasta que lo pillaron y lo obligaron entre él y Joon a que los llevase hasta donde estaba. — De nuevo el silencio esperando su reacción y vio que ella se emocionaba pero que enseguida se controló, lo que la hizo admirarla en silencio y sonreír con pesar. — Ese hombre te quiere mucho y eres muy especial para él. A punto estuvo de molerme a palos si Joon no le hubiese sujetado y HongKi no me hubiese llevado a otra parte. — En su voz se notaba el fastido por Mir pero también admiración hacia un hombre que luchaba contra viento y marea por defender y proteger a sus seres queridos. — Aunque tengo que decir que el que terminó de convencerme fue Hong Ki. Él me abrió los ojos para que viese lo que podía perder. — Empezó a sonreír al ver la cara de ella de azoramiento. — Ese chico sabe siempre qué tecla tocar para poder dominarme y gracias a ellos dos estoy aquí ahora. — Suspiró profundamente y la miró con incertidumbre. — Me conoces lo suficiente para saber que eso de pedir perdón no es algo en lo que tenga mucha práctica. — Otra vez silencio y la miró como un niño pequeño miraría a su madre para que le levantase el castigo. Suspiró y bajó la cabeza derrotado porque veía que ella no cedía un ápice en su postura. — Demonios, no sé si mi ego aguantará lo que voy a hacer pero no me queda más remedio que hacerlo para convencerte de que soy sincero y que esta vez no te fallaré. — Se quedó en silencio un momento, mientras se frotaba la nuca fastidiado. — Menos mal que sólo estamos tú y yo y espero que nunca reveles lo que voy a hacer o tendré que aguantar las burlas el resto de mi vida. — Y antes de que ella pudiese decir nada, Kim Heechul se puso de rodillas, haciendo que ella diese un paso atrás y emitiese un sonido de sorpresa. — Quiero pedirte perdón por la manera en que te traté, dejándote sin una explicación, sin llamarte, sin que tuvieses noticias mías. — Inspiró hondo, tragó saliva con fuerza, carraspeó y siguió. — Sé que no tiene disculpa lo que hice pero la razón era que ni siquiera tenía fuerzas para protegerme a mí mismo, no las iba a tener para poder protegerte a ti en caso de que alguien descubriese que estábamos juntos. Estaba aterrado ante la idea de que las fans te hiciesen algo o que la prensa no dejara de acosarte, haciendo con ello peligrar tu trabajo y la vida tranquila que llevas. — De nuevo suspiró y se calló unos instantes. — También tenía miedo de mi familia, de que no te aceptasen. Sabes que los coreanos somos muy curiosos y tenía miedo de que si te conocían y descubrían lo que te pasó, te diesen de lado. — Un nuevo carraspeo— No quería que sufrieses y me veía incapaz también de protegerte de ellos. — Silencio, mientras se frotaba las manos contra los pantalones. — Elegí la salida más rápida, que era la de huir y abandonarte, porque pensé que estarías mejor sin mí. — Levantó la mirada hacia ella, que pudo ver en los ojos de Heechul una intensa emoción, arrepentimiento y una gran tristeza. — Pero fui un cobarde, como ya te dije y así me lo hicieron ver. — Sonrió de medio lado y se frotó la nuca. — No sé si tú estarás mejor sin mí, pero sé que yo seré un desgraciado si no te tengo a mi lado. — Su mirada y tono implorante hicieron que Inma tuviese que pestañear para alejar las lágrimas y carraspear para deshacer el nudo que tenía en la garganta. — Y ahí va mi gran pregunta, bueno, en realidad son varias, pero de momento, con que me respondas a una, me basta. — Su sonrisa y su tono de voz reflejaban bien a las claras lo inseguro que se sentía. — ¿Podrías perdonarme y dejarme que te demuestre que cambié y que esta vez voy en serio? — Se quedó en silencio, mirándola, esperando su respuesta, intentando leer en ella, buscando la respuesta que quería y que ella no terminaba de darle. 

 

            De repente Inma hundió la cabeza, cerró los ojos y suspiró. Estuvo así un momento que a Heechul se le estaba haciendo eterno hasta que levantó la cabeza y lo miró de manera directa.

            — Supongo que esta vez te podré perdonar…— Iba a continuar pero antes de que pudiese terminar de hablar, Heechul emitió un grito de alegría se levantó y la abrazó con fuerza, algo que pilló a Inma totalmente desprevenida, aunque sólo tardó un momento en devolverle el abrazo. — Más te vale cumplir lo que dices, porque no habrá una nueva oportunidad ¿te queda claro? — Su tono era serio y frío pero en el fondo sabía que cuando Heechul se lanzaba a hacer algo, siempre lo lograba. Él se apartó un poco para mirarla a la cara y esta vez su expresión era seria y decida.

            — Te juro que no te arrepentirás y que te haré feliz. Te demostraré que cambié y que volveré a ser el de hace unos años. Por cierto— la miró con una sonrisa pícara— Se me olvidó decirte lo más importante. — Te amo. — Su sonrisa era espléndida y esas dos simples palabras, hicieron que a Inma se le doblasen las rodillas, por lo que él la sostuvo con más fuerza. — ¿No me vas a decir lo mismo? — Ahora pasó a ser un niño caprichoso y exigente.

            — ¿Es necesario que te lo diga? — Estaba fastidiada, no quería ser tan evidente pero al parecer él no la dejaría marchar hasta no escuchar lo que quería.

            — Por supuesto, yo también necesito que me lo digas, no voy a ser el único que ceda terreno. Además, bastante hice que me puse de rodillas ¿no? ¿Es que no vas a tener un poco de piedad conmigo? — Su tono molesto la hizo sonreír. Sabía que aquello había sido un gran sacrificio por su parte, así que sólo movió la cabeza de un lado a otro y le sonrió con cariño.

            — Está bien, está bien. Te amo ¿estás contento? — Ella sonreía mientras se lo decía y él, al escucharlo, gritó de felicidad y ella se echó a reír, pero su risa fue apagada por el beso que él le dio y en el que ambos demostraron la necesidad que sentían el uno por el otro. Estuvieron así un par de minutos, hasta que a regañadientes, él se separó.

            — Será mejor que llamemos a Jo Wook para que nos saque de aquí o terminaré haciendo algo de lo que nuevamente me arrepentiré. — Y apoyó su cabeza en la frente de ella, mientras ella sonreía con satisfacción femenina al notar su erección y cómo trataba de calmarse.

            — Por cierto, ¿cuál era la otra pregunta que me querías hacer? — Iban a empezar a bajar para llamar que les abriese y de repente él se quedó parado.

            — Bueno, verás, la verdad es que como no sabía lo que me ibas a contestar, no lo preparé como se debe y quería esperar a más adelante para hacerlo bien. — Se puso de nuevo en camino, tirando de ella para bajar y que dejase el tema pero ella le dio un tirón y lo hizo parar. Al volverse vio que no se moverían de allí hasta que él respondiese a su pregunta.

            — ¿Por qué me tuve que ir a enamorar de la mujer más tozuda que jamás conocí? — Le sonrió burlón mientras le decía eso, lo que le hizo ganarse un puntapié en la espinilla, haciendo que chillase de dolor. — Encima agresiva— Enseguida levantó las manos para decir que se rendía, cuando ella estaba por arrearle un puñetazo. — La otra pregunta es ¿quieres casarte conmigo? Y de paso ¿quieres ser la madre de mis hijos? — La estaba mirando de una manera tan tierna que derretiría un glaciar pero enseguida cambió a una expresión preocupada cuando la vio palidecer. — ¿Qué sucede?

            — Verás, no creo en el matrimonio, eso del vestido, la ceremonia y una comida para cientos de invitados, lo odio, no me gusta. Sé que aquí eso de vivir juntos sin más no se estila, que es lo que yo quiero, pero no se puede. Así que si te sirve, podemos firmar los papeles en el Registro Civil pero desde luego, no pienso acceder a celebrar una boda de esas a las que estáis acostumbrados. Es a eso a lo que puedo acceder y en cuanto a los hijos. — Se calló un momento y respiró hondo— no quiero tener hijos biológicos, soy más de adoptar. Esto es lo que hay, así es como pienso y no pienso cambiar en ninguno de esos dos aspectos. Ahora eres tú el que debe decidir si me quiere así o bien dejamos lo nuestro antes de que empiece y acabemos al final viviendo un infierno por nuestras diferencias sobre esos temas. — Su tono era serio y lo miraba de manera directa, esperando su reacción.

            Heechul se quedó un par de minutos pensando en todo aquello que ella le había dicho. La verdad es que lo dejó tan azorado que no pudo responder enseguida, hasta hacerse a la idea de lo que ella planteaba.

            — Está bien, lo haremos de esa manera. La verdad es que lo de la boda era más por ti que por mí, porque normalmente las mujeres quieren tener una gran boda. — Sonrió y se llevó una mano a la parte de atrás de la cabeza. — Pero no me había parado a pensar en que las occidentales tenéis otra mentalidad respecto a eso, así que por mí perfecto, cuanto más íntimo, mejor y de esa manera, con dos testigos, basta. — Ahora se puso más serio. — Respecto a los hijos, si no los quieres tener y prefieres adoptar, también accedo, porque para mí, lo más importante es que estés a mi lado y así ser feliz. — La cogió por la mano y sacó su teléfono para llamar— Bien, es hora de salir de aquí y que vuelvas a clase, mientras yo voy a enfrentarme a la bronca de mis compañeros y jefes. — Su tono resignado la hizo reír y unos minutos después, al verlos Jo Wook tan felices y felicitarlos, cada uno emprendió camino a sus tareas.



            A las seis de la tarde sonó el timbre de su puerta y allí estaban Mir y Joon. La habían llamado al final de la mañana para decirle que se podrían escapar para las clases, así que les preparó una cena especial para agradecerles la gran ayuda.

            En cuanto abrió la puerta y Mir entró en la casa, Inma se lanzó a abrazarlo lo más fuerte que podía, pillándolo totalmente desprevenido y a Joon alucinando por esa reacción.

            — ¿Se puede saber a qué se debe esa efusividad? — Mir estaba riendo y le devolvía el abrazo con ganas. Estuvieron un momento así, hasta que ella se despegó un poco y mirándolo con gran cariño, le sonrió y le dio un beso en una de sus mejillas— Gracias. Gracias por todo lo que hiciste por mí, por la manera en que me cuidas y proteges. — A Mir no le hizo falta más para entender que todo se había arreglado, así que sonrió resignado.

            — Vaya, así que al final fue lo suficientemente valiente para arreglar las cosas. Menos mal, porque ya estaba pensando que le tendría que dar una paliza para hacerle entrar en razón. — Ella le dio un pequeño golpe en el brazo fingiendo enfadarse y él sonrió. Aunque todavía quedaba otro que no pensaba quedarse a dos velas.

            — ¿Y para mí no hay un abrazo siquiera? Yo fui el que impidió que se liasen a golpes otra vez. — Estaba algo molesto por no ser reconocido. Inma se  fue hacia él, y lo abrazó también como había hecho con Mir, pero a éste le dio dos besos, lo que hizo que Mir se enfurruñase.

            — Gracias a ti también por ser la voz de la razón y por haberme ayudado en algo que ni te va ni te viene. — Se separó de él dejándolo con una gran sonrisa, para un momento después, seguir con la rutina de todos los días que tenían clase, aunque como siempre, para ellos, lo mejor era la cena española que ella les preparaba.




            En el piso de los SUJUS, por fin, a las once de la noche se reunieron todos después de unos ensayos mortales y con un Heechul, cabreado porque tuvo que escuchar más broncas de una sola vez de las que había escuchado en mucho tiempo.

            Cuando salió de la ducha, ya que se le castigó a ser el último, se encontró con que todos sus amigos estaban riéndose de lo lindo y al acercarse para ver qué era, se puso lívido, antes de montar en cólera.

            — ¡¿SE PUEDE SABER QUIÉN DEMONIOS GRABÓ ESO?! — Quiso acercarse para quitar aquella grabación, pero lo sujetaron entre Kangin, Leeteuk y Siwon y éste último, le tapó la boca para acallar sus protestas. — Todos estaban aullando de risa mientras veían la disculpa de Heechul.

            — Donseng, es una pequeña venganza por todos los dolores de cabeza que me llevas dados a lo largo de este tiempo. Con eso, estamos en paz. — Leeteuk lo miró con suficiencia, mientras que de la mirada de Heechul salían chispas. Finalmente se resignó y aceptó que durante el resto de su vida, aquella panda de cafres le recordarían ese momento día sí y día también. Pero bueno, ya pensaría en una manera de vengarse. Porque si había algo que se le daba bien, era devolver los golpes que le daban.



            El tiempo fue pasando y la relación entre Inma y Heechul iba viento en popa. Todos sus amigos ayudaron a que se mantuviese en secreto su relación. Heechul le presentó a la Chocoball, toda su pandilla de amigos, sobre todo al más especial de todos, Hong Ki, con el que enseguida hizo buenas migas. También le presentó al resto de Super Junior, lo que para ella fue otro sueño hecho realidad y todos le dieron las gracias por cambiar a Heechul y hacerlo feliz.

            Por su parte, Mir y Joon, seguían asistiendo a sus clases y también le presentaron al resto de miembros, que andaban ya mosqueados por sus continuas ausencias. Tuvo la suerte de que también con ellos hizo buenas migas.

            Finalmente llegó el día del lanzamiento de los nuevos trabajos de ambos grupos, que fueron con dos semanas de diferencia y tanto unos como otros, arrasaron.

            Lo malo, es que la presencia de Super Junior en diferentes programas de variedades, hizo que todos se diesen cuenta del gran cambio que se había producido en Heechul. Le interrogaron sobre ese cambio tan brusco pero él no dijo nada, simplemente dijo que le dio por ahí. Intentaron sonsacarles a los demás miembros pero todos cerraron filas. De esa manera empezaron las especulaciones entre los periodistas, sobre si se debería a una mujer y los paparazzi empezaron a perseguirlo y las fans a acosarlo, atacándolo por echarse novia. Sin embargo él seguía sin confirmar nada y desde la SM el silencio era sepulcral.

            Inma por su parte, seguía con su trabajo como si nada, aunque cada vez se preocupaba más por cómo andaban las cosas. Heechul trataba de tranquilizarla pero llegó un momento en que él ya no podía salir de casa porque tenía la entrada llena de periodistas y paparazzis. Harto ya de la situación, a través de los abogados de la SM, sacó un comunicado confirmando su noviazgo con una mujer anónima, que no quería entrar en este mundo. Se les pedía a todos respeto y apoyo para su relación, pero también se advirtió que todo aquella persona que tratase de descubrir la identidad de la novia de Heechul, así como su acoso, sería demandado y llevado a los tribunales sin importar quién fuese.

            Las reacciones no se hicieron esperar, sobre todo entre las fans, que se enfadaron bastante pero que con la personalidad de Heechul, más el apoyo del resto de grupo, no les quedó más remedio que aguantarse con lo que había y la prensa tuvo mucho cuidado de no seguir con las investigaciones, porque la SM tenía mucho poder, muchos grupos y podía dejar a las cadenas de televisión en una grave situación con sus programas.

            Por fin, de esa manera, encontraron la paz y la libertad que querían para poder llevar una vida de pareja, siempre que los compromisos profesionales de Heechul se lo permitían.



            UN AÑO MÁS TARDE



            Era un viernes por la mañana, a primera hora, nada más abrir el Registro Civil, allí estaban Heechul e Inma, acompañados de los testigos para la firma de los papeles de matrimonio, aunque eran más de los requeridos, porque estaban Mir y Joon por parte de ella y Leeteuk y Hong Ki de parte de él. Los cuatro insistieron en querer estar presentes en ese momento. Así que al final, como testigos, firmaron Mir y Hong Ki, mientras los otros dos se declaraban testigos honorarios, lo que les hizo reír a todos. Antes de dirigirse cada uno a su trabajo, Leeteuk y Hong Ki los detuvieron un momento.

            — Inma, esta tarde sobre las siete estate lista porque os tenemos preparada una sorpresa. Hong Ki te pasará a recoger y Heechul irá con nosotros directo desde la televisión.

            — ¿Qué habéis planeado? — Inma lo miró de manera desconfiada, mientras Heechul, conociéndolos como los conocía, simplemente inclinó la cabeza y suspiró derrotado.

            — Cariño, mejor que no trates de negarte a lo que dicen. Cuando se proponen algo no hay quien los pare, así que simplemente cede. — Ella suspiró derrotada pero Heechul la abrazó y le dio un beso que hizo que los otros cuatro carraspeasen, provocando que ellos dos a su vez, se separasen entre risas. — Ya nos veremos esta tarde entonces donde estos hayan planeado.

            Leeteuk se giró hacia Mir y Joon, que miraban sin saber lo que se planeaba.

            — En cuanto ella se vaya, os contaremos de qué va la cosa y por supuesto, también estáis invitados.

            — Está bien, está bien, ya me voy para que podáis seguir tranquilos con vuestras conspiraciones. — Y rezongando, se marchó rumbo a la universidad, mientras ellos la miraban sonriendo.



            A las siete y media de la tarde, Heechul e Inma hicieron su aparición por la puerta de un reservado acompañados de Leeteuk y Hong Ki. Lo que vieron les hizo abrir la boca por la sorpresa y mirar con los ojos desorbitados. Habían montado una fiesta para celebrar su matrimonio y allí estaba toda la Chocoball, SUJU, ya con Kyu y Wookie de vuelta, así como MBLAQ.

            Inma se giró hacia Leeteuk para cantarle las cuarenta por aquello pero no tuvo tiempo, ya que él la paró antes.

            — Sé que no querías celebraciones y no lo es, sólo se celebra que uno de nosotros deja la soltería. Como ves, es una fiesta normal y corriente, una reunión de amigos. No hay nada que haga referencia a una boda. — Leeteuk la miraba son suficiencia, mientras Inma ponía los ojos en blanco y se dejó arrastrar a aquella celebración.

            Durante un buen rato, Heechul la perdió de vista, porque todos querían besar y abrazar a la novia, haciendo que los que lo observaban se riesen a mandíbula batiente por lo celoso que enseguida se ponía.

            La cena transcurrió entre risas y bromas, así como los buenos deseos para la feliz pareja. Tras eso, hubo una sorpresa que nadie se esperaba.

            — Hyung, te robo a tu mujer durante un rato. — Y con una sonrisa, Hong Ki se llevó a Inma a la zona donde había un piano y sentándola a su lado, le sonrió y le cantó "You'll be in my heart"


            Hong Ki no la dejaba de mirar mientras se la cantaba, haciendo que Heechul se pusiese celoso, pero Leeteuk, lo retuvo con una mirada y diciéndole que lo dejase pasar. Finalmente, cuando acabó, todos le aplaudieron, Inma en especial. Hong Ki se levantó del banco y ayudó a Inma a ponerse en pie, le guiñó un ojo a Heechul y antes de que pudiesen darse cuenta, había encerrado a Inma en un abrazo de oso y le dio dos sonoros besos, uno en cada mejilla. Aquello, hizo que todos estallasen en aplausos e Inma se riese pero Heechul no pudo más y se acercó hasta ellos, para quitársela a Hong Ki de los brazos.

            — Trata con un poco más de respeto a tu cuñada ¿quieres? — Estaba celoso pero sabía que aquello no era más que una broma por parte de su donseng.

            — Vamos hyung, ahora puedo decir que tengo una noona que me puede hacer comida española que disfrutaré muchísimo ¿y no me la vas a dejar? — Fingió que estaba muy enfadado, haciendo que todos estallasen en carcajadas.

            — Donseng, no te preocupes, puedes venir siempre que quieras a comer a nuestra casa, que te haré todos los platos españoles que sepa. — Se lo dijo con una sonrisa, mientras permanecía abrazada a Heechul.

            — Noona, me acabas de feliz y te tomo la palabra, así que allí estaré y por cierto, si tienes alguna amiga española por ahí que presentarme, ya sabes.

            — Hay una en especial y luego, en privado ya te hablaré de ella.

            — Quiero estar presente en esa conversación, que a saber lo que podéis acabar armando vosotros dos. No me fío— Ahora se estaba comportando de manera presuntuosa y eso la molestaba.

            — Tú te quedarás al margen, que estos asuntos son privados y no…— No pudo continuar con lo que quería decir, porque Heechul la empezó a besar de manera apasionada, haciendo que todos los allí presentes empezasen a aplaudirlos y vitorearlos.

           

FIN
 

3 comentarios:

  1. Amo los finales felices!!!!!!!! Gracias Ari por es este fic que he disfrutado un montón aunque tengo que reconocer que al principio me fastidiaba un poco el Mir de tan perfecto que era jijiji. Gracias de nuevo y espero leerte prontito. Un abrazo!

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  2. Muy lindo, final hermoso.. gracias.

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  3. Sigo diciéndote que no sé qué comentar xD

    Por un lado y como ya sabes, agradecerte que lo escribieras ^o^
    Me daba mucha pena pensar en un Heechul que hubiera abandonado cualquier esperanza respecto a las mujeres y a la vida en sí, pero menos mal que cierta chica le hace abrir los ojos jujuju xDD
    Por otro lado, Mir es un amor y y y y me siento fatal por él. Es que Heenim hasta siendo un imbécil es mucho Heenim...
    Menos mal que Leeteuk y HongKi son los cuerdos amigos de la Chula que le ponían los pies sobre la tierra e intentaban hacerle pensar con claridad, porque si no a saber cómo hubiera acabado todo esto xD
    Aquí el final feliz era OBLIGATORIO cofcofcof xD Así que me ha encantado <3
    So again... mil millones de gracias por escribirlo preciosa >o<

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